Por tercer año consecutivo, en el mismo escenario del paraninfo del Colegio Universitario, a la siete de la tarde de hoy, los artistas flamencos de nuestra tierra mostrarán sus progresos sobre las tablas homenajeando un año más al prócer de la investigación y difusión científica flamenca, José Blas Vega, a los cuatro años de su partida corporal. Por eso, junto a su esposa Maritere Ruiz, se le hará la ofrenda de los claveles. Esto será a las cinco de la tarde en el patio que lleva su nombre en Morales del Vino, estando invitados al acto cuantos moralinos y aficionados lo deseen.

Manteniendo el carácter de Festival benéfico, la recaudación irá a parar en este caso a la asociación Compartimos Contigo "Ningún niño sin comer, ningún niño sin jugar, ningún niño sin reír", que tan excelente labor está haciendo en pro de la infancia más necesitada.

Con la organización de la peña flamenca Amigos del Cante tenazmente dirigida por su presidente Santiago García Martín, la presentación de Carmen Ferreras, el magnífico y original cartel de Santiago Acevedo y la inestimable colaboración de la Fundación Caja Rural, Eurocris Cristalerías, Cristalerías Lantarón, Pedro Galende Sonido Profesional, Producciones Josico y la Diputación de Zamora, se pone en marcha este joven, pero indudable acontecimiento musical, que pone en valor el trabajo bien hecho por los aficionados de nuestra tierra en pro del universal arte. Como novedades hay que destacar el incremento de cinco artistas foráneos de gran nivel y con vínculos zamoranos, además de la definitiva incorporación del baile. Iré por partes, siguiendo la colocación en el cartel que se ha hecho por orden alfabético.

Encabeza la extensa nómina de cantaores de la Tierra del Vino el sanzolano Ángel Hernández, buen intérprete de copla pero ya afianzado en el arte de lo jondo, destaca su eco flamenco especialmente cuando canta por fandangos. Qué decir del de El Pego Clemen Valle, peñista y cantaor enciclopédico, el más representativo de nuestra provincia y uno de los más importantes de Castilla y León. Un señor, esté en el escenario o fuera de él. El terracampino y peñista Daniel Nanero Villalpando representa al aficionado arquetipo de este bello arte, saber escuchar y hacerse sus pequeños pinitos interpretativos. Eduardo Abril une a su enorme afición su inestimable labor organizativa en la Peña. Enrique de La Juana, gitano por los cuatro cuarterones, canta y ¡cómo canta!, pasado de compás y apreciado eco de voz. Eva Valle, lo he dicho y lo repito, nuestro valor de presente y de futuro inmediato más firme. José Madridanos, excelente cantaor aficionado curtido en mil veladas, primordial para entender el flamenco zamorano en las últimas cuatro décadas. Loren El Torrao, la representación de la copla rayando a gran altura, capaz de hacer pinceladas flamencas de buen regusto. Manuel Pozoantiguo, posiblemente el mejor representante de lo jondo que tiene Toro y su alfoz. Miguel Escudero, junto a Clemen Valle, representa la más alta expresión del flamenco aficionado en nuestra comunidad autónoma. Como he dicho, una de las innovaciones de esta tercera entrega jonda viene dada por la incorporación de artistas foráneos. Paqui Rodríguez La Morena, doctora en Biología e investigadora en los ámbitos sanitarios de la nutrición, dedica sus horas libres al universal arte y se puede afirmar sin riesgo de equívoco que muy bien podría vivir profesionalmente del mismo. A su excelente faceta cantaora le suma sus condiciones para el baile, cordobesa de Iznajar, se desplaza desde el sur para estar con nosotros. Finalmente, en el capítulo de cante, tenemos a la de Moreruela de los Infanzones Rosi Crespo, magnífica intérprete de copla y canción española, y, de la misma forma que otros artistas zamoranos como Soledad Luna, Ángel Hernández o Loren El Torrao, se interesa con profundo respeto por lo jondo, llevando a este su pericia interpretativa de aquellas. Debuta en el Festival, siendo esperable la continuidad en años venideros.

En el apartado de guitarristas, como en el cante, disfrutaremos de una riestra bien colmada. Adolfo Jiménez representa el toque étnico romaní, y aunque charro dispone de estrechos lazos con nuestra tierra, excelente y lleno de sabor con la bajañí. Antonio Regalado, la seriedad, contundencia y alta representación zamorana con la sonanta. Al igual que el anterior, Luis González también es socio de Amigos del Cante, por lo que bien puede considerárseles a ambos tocaores oficiales del Festival. Laborioso y cabal representante del toque de Tierra del Vino, demuestra en cada actuación cómo la tenacidad y el buen manejo de las fuentes da sus suculentos frutos. Miguel El Churre, toresano de pro, guitarrista de vocación y señor donde los haya. Es de los que sin duda mejora al cantaor que acompaña. Pablo Mora es otro de los foráneos, acompañante de La Morena, y de quien se tercie, porque se mueve en niveles claramente profesionales.

La novedosa incorporación del baile lo hace a lo grande con la portuguesa Diana Thedim, relevante bailaora y coreógrafa en el ámbito de la profesionalidad. Sin ningún género de dudas será uno de los platos fuertes del Festival. Toñi Juan, gran aficionada, peñista comprometida y alta representante del mejor baile flamenco zamorano, también nos deleitará con el arte de la expresión corpórea. Por último, el joven y gran aficionado peñista Raúl García hará compás.

Como en años anteriores y mejorando a los mismos, el lleno se prevé cierto, por eso la organización está cerrando soluciones de cara al futuro. No obstante, para este año, pide disculpas por anticipado a todos aquellos que no puedan acceder a la sala.