Miguel Ángel Hernández intentará, el día 29, revalidar un segundo mandato al frente de la Cofradía de Jesús Nazareno, cuyos destinos ha liderado en los últimos cinco años.

-En una asamblea anunció la subida de cuotas, pero al final no lo hizo.

-En el plano financiero vamos bien, estamos saneados porque tenemos 60.000 euros en el banco y con las próximas cuotas nos vamos a poner en cerca de 150.000. Tuvimos una fuente de ingresos por la lluvia, mala para la procesión, pero que los devolvió 38.000 euros cada año por el pago de las bandas de música. Otra inyección de dinero fueron los medallones. Es una medida de organización, pero no me diga nadie que no es ingreso de dinero porque también lo es. Hay que ser sincero para todo. Ninguno de los candidatos va a subir las cuotas pero va a hacer muchísimas cosas, ¿de dónde van a sacar el dinero?

-¿Es la causa de la entrada masiva de hermanos?

-Eso fue simplemente sentido común. Llevábamos dos años con pocos hermanos en la procesión, que unos achacan al botellón de San Martín, otros a que los cofrades se hacen mayores, más cómodos y no les gusta madrugar y yo creo que puede haber mil razones que es dificilísimo averiguar. Teníamos mil y pico hermanos esperando y abrimos las puertas. Fuimos muy criticados pero ahí están: 1.060 hermanos, que equivalen a seis años de lista de espera. Los que no fallan son los que acaban de entrar, seguro que van todos a la procesión.

-Antes, cuando se proponía abrir la lista, se contra argumentaba, con sorna, que en ese caso habría que alargar la procesión hasta Coreses.

-La lista de espera nació precisamente por eso, porque había demasiados hermanos en la calle, pero ahora ocurre lo contrario, no los hay y se necesitan más. Tendremos un problema como un año se les ocurra ir a todos.

-Con esta y otras decisiones no ha tenido un mandato fácil.

-Para dar las altas de hermanos la directiva no tiene que pedir permiso a la asamblea, sólo informarla, según dicen los estatutos. Al principio de mi mandato encontré muchas críticas, piedras en el camino y palos en las ruedas. Incluso lo consulté con el obispo y me recomendó que cumpliera los estatutos, que es lo que he hecho. Dicen por ejemplo que el presidente será el moderador y quitará y dará la palabra al que considere oportuno. Entonces, yo soy un "dictador", pero porque no me dejo pisar. Si lo hiciera sería un fantasma o un tontorrón. Es fácil escoger.

-No me negará que ha "quemado" directivos como pocos presidentes.

-Es otro tema, que tengo como borrón en mi trayectoria. Yo empecé como había prometido a mis compañeros, con seis personas de mi directiva anterior, pero no me vieron nunca como presidente me veían como el "chisgarabís" que era antes; todos opinaban, todos hacían, pero el único que trabajaba era yo. Yo me puse en mi sitio y no hizo falta echar a nadie, se fueron marchando. Luego, como en cualquier empresa, coges gente de tu confianza para trabajar en los cargos, pero si no valen o te salen rana hay que cambiarlos. No creo que sea el más listo de la clase, pero tampoco el más tonto, y unas veces aciertas y otras no, pero no puede ser que reúnas a unas personas en una mesa y todos quieran mandar, tiene que haber uno encima de la pirámide, en este caso el presidente.

-La procesión de las Damas tiene otras características, me da la impresión.

-El problema del Sábado es distinto totalmente al del Viernes: si son 3.500 hermanas salen tres mil, todas las que pueden, sólo fallan las que son muy mayores o están fuera. Desde que sale la procesión hasta que se mueve la Virgen pasa hora y diez minutos y aún hay una larga cola detrás. La primera y la última hermana casi se rozan en la plaza de Sagasta, una llegando y otra saliendo. La procesión necesita una inmensa reestructuración.

-¿Qué solución hay?

-Habíamos pensado en hacer un paso, algo alegórico, con una cruz, ángeles o la figura de San Juan, porque no era apropiado otra Virgen que hiciera sombra a la Soledad ni un Cristo que está enterrado desde el Viernes y no resucita hasta el Domingo. Contactamos con varios escultores, pero el que manda, querámoslo o no, es el dinero y sale muy caro el grupo escultórico, la mesa, una estructura fuerte y liviana para la carga de mujeres, faldillas, almohadillas... No salió. Hay otras soluciones, como hacer una procesión más larga o en otro horario.

-¿Y colocar más filas?

-Es que las mujeres no quieren ir en tres filas, esa es otra, no van a gusto. Así como en otras procesiones no hay ningún problema, en esta cuando pretendes acortar la distancia con una tercera fila, o marchando de dos en dos, la colaboración es poca.

-Los otros candidatos piden que el Sábado lo organicen las mujeres.

-Ya lo hacen. Hemos desvinculado totalmente la procesión del Viernes, que organiza el abad, y la del Sábado, responsabilidad exclusiva de la abadesa, que organiza la procesión que le da la gana. Hay una coordinación para prestarse celadores o celadoras o coadjutores o coadjutoras.

-Y sobre todo sus opositores hablan de desunión en la cofradía.

-No la veo por ningún lado. En 2012 llegué a la asamblea y las señoras llevaban cazuelas para hacer una cacerolada. Se presentó la lectura del acta, que era de la directiva anterior y 1.200 personas gritaron "no". Llegaron las cuentas y lo mismo. Era el no por el no. ¿Qué pretendían?. Sin embargo en las siguientes asambleas todo se aprueba con sólo 15 votos en negativos, pero que hacen un ruido que no se puede usted imaginar. Todo está mal, piden constantemente la dimisión del presidente y hasta han pedido la dimisión del capellán, no he visto cosa igual.

-¿Traicionó a Eduardo Pedrero, su presidente durante tantos años?

-He sido fiel con él, porque sólo me he presentado cuando él lo ha dejado. Pero él pensó que era manejable. Y le dije con todos los respetos: Eduardo, tú eres mi mejor amigo, pero déjame ser presidente. Yo estaba dispuesto a pedirle consejos, pero eran imposiciones: todavía conservo la carta que me envió quince días antes con "instrucciones para Miguel Ángel Hernández". La amistad se ha ido perdiendo y ya no existe. Y todo el mundo sabe que está ahí, que presenta un candidato con él detrás, con antiguos miembros de su directiva y la de las Damas. Allá ellos. Yo voy solo con mi carita, mi espalda y la junta directiva que he elegido.

-¿La sede de Viriato es un gasto excesivo para la cofradía?

-Era un proyecto del anterior presidente, que tenía mucha ilusión en sacarlo, pero no siempre se consigue. De hecho la asamblea le dio autorización para hacer las gestiones. Yo tuve más suerte y compramos un local en un sitio estupendo a un precio razonable. Costó 226.000 euros, 26.000 pagados en mano y el resto con un préstamo a 15 años. Fue en 2012. Estamos en 2016 y solo hay unos 80.000 euros de deuda que yo me comprometo a dejar amortizados en estos cinco próximos años. Luego quedará un patrimonio para el disfrute de la cofradía, que solo deberá pagar la comunidad, la luz y el teléfono. Hemos mejorado mucho también la Panera, que era el "recoge mierda" de todo el mundo y ahora está en condiciones.

-¿La Asociación Cultural es o no de la cofradía?

-Es de la cofradía. El artículo 11, letra ll de los estatutos dice que entre las funciones del presidente está "presidir la Asociación Cultural y cuantas se creen en el seno de la cofradía". Nuestro antiguo presidente está incumpliendo clarísimamente los estatutos. Si salgo presidente, por las buenas, por las malas o por las regulares, la Asociación volverá a la cofradía.

-¿Cómo están los pasos?

-Cuando quitamos el suelo de corcho a las Marías nos dimos cuenta que tienen grietas las figuras. A raíz de ahí encargamos un informe completo a una profesional y sabemos lo que hay que hacer, aunque hace falta mucho dinero y hay que abordarlo poco a poco. Hubo críticas por el cambio del suelo de corcho de este paso, pero en realidad se trató de un pequeño detalle porque el suelo quedó algo elevado y ya está totalmente resuelto.