El intérprete Fidel Fernández es uno de los fundadores de la compañía Yllana, que cumple 25 años, una celebración que comparten con el público zamorano con un encuentro con los espectadores, realizado ayer en el Principal, y con la representación de con dos espectáculos dentro del Ciclo de Humor, hoy "Yllana 25" y mañana "Chefs", que han colgado hace días el no hay entradas.

-¿Cómo nació Yllana?

-Yo estaba estudiando en la escuela de teatro y allí conocí a Juan Francisco Ramos y a Antonio de la Fuente. Un amigo de la universidad me comentó que había un grupo de gente que quería montar una compañía. Para allí fuimos Juan y yo y conocimos a David Ottone y Joseph O´Curneeny de ahí surgió un poco Yllana.

-Defínanos a la compañía.

-Es una mezcla de energía, locura y grandes dosis de humor. (Risas). En los comienzos hacíamos la obra "La cantante calva" y cuando la representamos en el Club de Amigos de la Unesco de Madrid nos propusieron hacer una obra de 20 minutos sin palabras sobre una historia política para un congreso internacional. Era humor pero había que hacerlo gestual. Nos encantó la idea y de ahí surgió media hora de "Muu".

-O sea que el dedicarse al humor sin palabras fue un poco por casualidad.

-Efectivamente, teníamos claro el humor y el absurdo pero nada más. (Risas)

-Tras "Muu" han venido más de 25 espectáculos vistos por más de un millón y medio de espectadores de más de 40 países. Cifra nada despreciables.

-Creo que la ventaja es no utilizar la palabra. La carencia de lenguaje hablado hace que no te limites a tu país. El no tener palabras en los espectáculos es un lujo porque nos permite trabajar en todo el mundo. Nuestros espectáculos se pueden representar en cualquier lugar del mundo porque la gente reconoce perfectamente el tipo de teatro que planteamos, los personajes y las situaciones.

-Durante este cuarto de siglo Yllana ¿ha evolucionado?

-Lo que son los cinco socios del inicio seguimos siendo igual de pánfilos. No tenemos ahora el espíritu tan alocado que teníamos al inicio, intentamos ser más responsables aunque no lo conseguimos. Empezamos siete personas y ahora estamos unos 60. Hemos evolucionado porque han cambiado desde las tecnologías hasta las propuestas porque te vas amoldando a lo que es la sociedad. Quizá no ha cambiado tanto la manera de interpretar.

-Una adaptación que ha pasado por abordar desde la irrupción de los chefs en el ámbito gastronómico hasta la pena de muerte o incluso la fiesta nacional.

-En "Muu" trabajamos el mundo de los toros y los toreros. Fue un espectáculo muy internacional que representamos más fuera que en España. "Glub glub" era un trabajo más "estilo" Tricicle, con más sketch sueltos sobre el mundo del mar. En "Chefs" tratamos un tema muy internacional como es la gastronomía, pues en todos los sitios se come pero, sin duda, nuestro gran salto vino con "666".

-¿Qué supuso este espectáculo?

-Fue un cambio radical. Fue apostar por el humor negro, buscar dónde están los límites del humor por los temas que tratas, como la pena de muerte y la prisión, que a priori no son nada cómicos. Fue una apertura de puertas a todo el mundo. Para mí es uno de los espectáculos más especiales y otro "Brokers", en mi opinión, el mejor, el más elegante, el más completo y con una temática más conectada con la sociedad.

-¿Yllana se ha puesto límites?

-Somos muy salvajes creando y a veces eso se tiene que quedar en familia, tenemos un lado canalla. Algunas situaciones cuando las planteas en el ensayo te hacen gracia, pero te das cuenta de que puede ser excesiva. Para que lo vea todo el público la amoldas a la estructura de la obra. Hay que pulir mucho y saber no ofender. No obstante, no hay límite. Te puedes reír, por desgracia, de todo, y los grandes ejemplos son "El gran dictador" de Chaplin o "La vida es bella". En nuestros espectáculos queremos que la gente se ría y que además recapacite.

-¿Cómo se plantea la compañía cada montaje?

-Depende de cada momento. Antes del inicio de la crisis nos interesaba la gente que tiene mucho dinero y todo ese ámbito. En el montaje "The Gagfather", que no está en "Yllana 25" porque sigue en cartel, homenajeamos al cine negro con un inicio y un final sobre el mundo de la magia. Buscamos temas que a Yllana le permita utilizar sus herramientas.

-¿Qué es para usted el humor?

-Lo es todo. Creo que la vida no tendría ningún sentido sin él. Nos hace falta mucho humor, sobre todo en las altas esferas. Es un arma muy buena para hacer pensar y para hablar de la realidad sin tapujos.

-En estos 25 años la sociedad ha cambiado. ¿Se acepta mejor sus propuestas?

-Sí y no... ahora por cualquier comentario te pueden denunciar. Antes un chiste se tomaba menos en serio, ahora se censura todo más. Ahora tenemos que tener más cuidado. En nuestros espectáculos no hemos tenido que eliminar nada por ofender solo porque no funcionaba o porque se hacía muy largo.

-Ustedes han dado paso a otros actores y han colaborado con otros artistas como Ara Malikian.

-Responde a las muchas inquietudes de la compañía. Hicimos una obra creada por nosotros "Rock & Clown" y nos vio Ara que nos propuso trabajar juntos y surgió "Pagagnini". Además algunos de los compañeros han dejado de estar en el escenario para pasar a dirigir otro tipo de montajes o el Teatro Alfil de Madrid. Yo soy el que queda en escenario desde el inicio pues como la película de "Los Inmortales", solo puede quedar uno (risas). Además también ahora llevamos a artistas como Leo Bassi.

-Entre los proyectos más inmediatos está un documental sobre la compañía.

-Hemos a empezado con él y surge por nuestra amistad con una escuela de cine de Madrid. Queríamos que esos alumnos hicieran trabajos en nuestro teatro y nos propusieron un documental. Queremos que colabore toda la gente que hemos conocido, que tenga presencia "Yllana 25", donde están presentes muchos de nuestros espectáculos, actores que han estado con nosotros y otros que sigue... quizá el siguiente paso sea una película de Yllana.

-Yllana actúa en Zamora desde el primer año del Ciclo de Humor del Principal y cuelga el no hay entradas.

-Tenemos una gran conexión con el público de Zamora, pero para conectar con el público hay que ser original, tener un ritmo y tener una buena comedia gestual.

-En estos momentos proliferan los espacios de humor, eso anima a acudir más a ver teatro de humor

-No es malo pero eso ocurre cuando hay crisis. Cuando hay crisis se tiende más a poner en los teatros comedias para que el público no se preocupe, pero tiene que haber de todo. Hay tragedias muy interesantes.

-¿Apostará de nuevo Yllana por alguna?

-Lo nuestro es creación pura y dura salvo "La cantante clava" que hicimos. Sería un gran reto hacer un clásico sin palabras, tendría que ser una obra muy conocida pero se podría hacer.