Lo limpio de sus formas y la estética de sus líneas han hecho merecedor al edificio de viviendas Ramos de una placa distintiva como edificación singular del periodo 1925-1965, dentro de la celebración en Zamora del Día Mundial de la Arquitectura.

Construido por los arquitectos Lucas Espinosa y Adolfo Bobo en la calle Pablo Morillo 25, el presidente de la delegación de Zamora del Colegio Oficial de Arquitectos de León, Porfirio Domínguez Herrero, destacó durante el acto de colocación de la placa que esta elección nace de "la simplicidad de sus formas y sus líneas, una simplicidad que se traduce en la construcción de una fachada a través de un muro de ladrillo que a su vez se ve rasgado a través de discontinuidades verticales, de manera que en ellas se alojan, con un proporción vertical, los balcones", resumió.

Y es que precisamente los balcones son el elemento más destacado de este inmueble, "modulados por las losas del suelo de cada uno de ellos, que tienen más profundidad que anchura. Además, esa profundidad también se ve de alguna manera constructivamente reflejada con una disminución del canto, de más ancho en el interior a más estrecho en la punta, de tal manera que se consigue una cierta sensación de liviandad y no queda como un elemento tan rotundo como podría ser una losa de balcón excesivamente ancha", describió Domínguez, quien también subrayó el alero superior del edificio "que está rematado simplemente por una línea, con lo cual destacamos una de las características del movimiento moderno, como son las fachadas eminentemente planas", finalizó sobre la descripción del edificio elegido este año.

Esta distinción es otorgada de forma conjunta por el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos junto con la Fundación Docomomo Ibérico y la delegación zamorana del colegio profesional. Aunque en la actualidad puede que el inmueble no llame la atención de manera excesiva, sí fue un referente en los años sesenta. "Era una época donde los arquitectos zamoranos, y especialmente Lucas Espinosa y Adolfo Bobo, contribuyeron a trasladar las tendencias que había en arquitectura moderna y que se estaban desarrollando en otros ámbitos más avanzados tanto de la geografía española como en Europa", recordó el presidente, quien subrayó que "aunque a veces sean construcciones que pasan desapercibidas, se trata de pequeñas joyas".

Por otra parte, no es la primera vez que se otorga este tipo de distinción a la pareja profesional formada por Bobo y Espinosa, ya que en 2014 se colocó una placa en el edificio de viviendas La Torrecilla, de 1964, junto a la plaza de Alemania.

Tras el fallecimiento de Adolfo Bobo, Lucas Espinosa, junto con otros compañeros, puso en marcha la cooperativa Zarco, todavía en funcionamiento, que suma edificios tan singulares en la capital como la Ciudad Deportiva, la iglesia de Cristo Rey, el conjunto residencia Las Flores, el inmueble que actualmente alberga la Junta de Castilla y León o el edificio de viviendas Alfa, en la avenida Portugal. "Me parece muy interesante su patio abierto a fachada, en el que aparece una zona ajardinada que contribuye también a poner de manifiesto aquellas pretensiones que tenía el movimiento moderno sobre dignificar la arquitectura desde un punto de vista funcional", valoró Domínguez.

El edificio de viviendas Ramos es el quinto inmueble de la capital que recibe este distintivo. Sus predecesores en años anteriores han sido el edificio de viviendas Olmedo en Santa Clara, obra de Alejandro de la Sota en 1956, el conjunto de viviendas de la Obra Sindical del Hogar, en la avenida Reyes Católicos, proyectada por el arquitecto Jesús Carrasco Muñoz en 1942, el Centro Benéfico Social Divina Providencia, de fray Francisco Coello de Portugal en 1962, entre las calles La Reina y Corral Pintado, actual colegio Divina Providencia o el mencionado edificio de La Torrecilla.

En esta lista se aglutinan edificios de diferentes ámbitos. "La Fundación Docomomo Ibérico tiene varios ámbitos de actuación en su cometido, desde la arquitectura residencial hasta la industrial o la dotacional. Por ello hemos querido repartir de alguna manera las menciones entre los distintos conjuntos que reconoce la fundación", explicó el presidente de la delegación zamorana del Colegio Oficial de Arquitectos de León.

Ciudades como Córdoba, Huelva, Jaén y Sevilla en Andalucía, Proaza y Villayón en Asturias, La Pineda en Cataluña, Benicásim, Elche y Valencia en la Comunidad Valenciana, Vitoria, Bilbao y San Sebastián o Irún y Legorreta en el País Vasco y Pamplona en Navarra han sido otros de los lugares donde ayer se colocaron placas informativas en edificios singulares con motivo del Día Mundial de la Arquitectura. En Castilla y León, además de Zamora, se ha destacado un edificio de viviendas de 1938 en León, obra de Ramón Cañas y del Río y Juan Torbado Franco; la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, construida entre los años 1951 y 1958 por Eusebio Calonge Francés en Miranda de Ebro; el Teatro Cine Ortega de Luis Carlón Méndez-Pombo (1937) en Palencia; el edificio de viviendas de Genaro de No de 1935 en Salamanca y el colegio San Agustín, que data de 1961, obra de Cecilio Sánchez-Robles en Valladolid.