La Federación de Asociaciones de Padres (FAPA) de Zamora se une al movimiento promovido por la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (Ceapa) en el que se insta a las familias a "rebelarse" contra los deberes a los niños, sobre todo en las edades más tempranas. La campaña pretende que los alumnos no hagan sus tareas durante los fines de semana del próximo mes de noviembre.

El presidente provincial de esta agrupación de padres, José Antonio Felipe, explica que esta medida "en ningún caso es contra los docentes y su labor. El debate es mucho mayor, es sobre el sistema educativo, que no funciona", apunta. De hecho, considera que los profesores en la actualidad "tienen aulas muy grandes y unos currículos muy extensos, por lo que no les da tiempo a impartir toda la materia en clase y terminan por mandar más deberes para casa para finalizar de dar los temas".

En este sentido, Felipe recuerda que son ya dos años los que las asociaciones de padres se vienen reuniendo con autoridades educativas de la Junta de Castilla y León "para poner en marcha un protocolo no vinculante para la regularización de los deberes". Ante la falta de una alternativa, a pesar de los numerosos encuentros, "las familias han decidido dar un paso hacia adelante y de ahí ha surgido la iniciativa de noviembre", razona el presidente provincial, quien pone como ejemplo lo ocurrido en 2012 en la vecina Francia. "Los padres se negaron a que sus hijos hicieran los deberes durante una semana y a raíz de esta movilización los políticos fueron conscientes del descontento general que existía y tomaron cartas en el asunto, cambiando el sistema educativo", rememora. Un cambio del que la federación es consciente que se hace harto complicado en España "debido a la actual situación política del país".

En todo caso, José Antonio Felipe quiere dejar claro que una cosa son los deberes y otra muy distinta el estudio de las materias, a lo que "por supuesto" no se oponen, "pero hay que adaptarse a los nuevos tiempos y hacer caso de los últimos estudios de profesionales, que corroboran que el exceso de deberes produce estrés en los niños", apunta. Según valora, estos deberes podrían ser más livianos y tener tantas repeticiones "que termina por frustrar a los niños, porque encima muchas veces ni siquiera da tiempo a corregir en clase".

El no disponer de deberes durante el fin de semana, además, sería algo muy positivo para fomentar la vida en familia. "Son días de descanso y en muchas ocasiones los hijos tienen que ir con los libros a cuestas, sin poder disfrutar del descanso. Así es muy complicado organizar la vida familiar", finaliza.