La Policía Nacional ha detenido a F.L.M., de 30 años de edad y de nacionalidad española, por un presunto delito de estafa, por el conocido método del "tocomocho", en el transcurso de un dispositivo específico para combatir la delincuencia contra las personas mayores.

El joven detenido fue sorprendido por la dotación policial cuando mostraba a su víctima, un zamorano de 84 años de edad, un cupón de la ONCE presuntamente premiado y que necesitaba su ayuda para poder cobrarlo.

Del registro efectuado al detenido se le ocuparon 10 décimos de lotería del "cuponazo" de la ONCE, una hoja con el anagrama de la entidad en el que aparecían distintos números escritos en color rojo, para engañar a las víctimas como si se tratara de números premiados, un rotulador, varios teléfonos y dos bolsas de tela llenas de servilletas de papel.

Este tipo de estafa, conocida en el argot policial como el"timo del tocomocho", es un hecho delictivo que a pesar de poseer una fuerte solera en la tradición delictiva de nuestro país, lejos de resultar arcaica y en desuso, se encuentra en plena vigencia y actualidad, no habiendo sido desplazada por otras estafas cometidas a través de las nuevas tecnologías.

En el "timo del tocomocho", la víctima es abordada por una persona que simulando ser "desvalido" o "analfabeto" enseña a la víctima unos décimos de lotería "premiados";éste sería el papel que desempeñaba el ahora detenido, para después aparecer otra persona, que hace el papel de "listo", generalmente de buena apariencia, que consigue convencer a la víctima que entregándole dinero los dos al primero, desvalido, éste les dará varios décimos de lotería premiados, y para dar más credibilidad a lo manifestado le entrega también lo que parece ser dinero, para eso llevan las bolsas de tela llenas de servilletas, pretendiendo simular que van llenas de dinero y que la víctima tiene que entregar otro tanto igual.

Una vez convencida la víctima,la trasladan a la entidad bancaria donde tiene sus ahorros, consiguiendo que saquen una gran suma de dinero que posteriormente le entrega a los estafadores, bajo la creencia que ellos le entregarán uno o dos décimos de lotería premiados, y una vez que le entregan el dinero, abandonan a la víctima, siempre bajo alguna excusa, como que baje a comprar un bocadillo, o similares, comprobando un tiempo después la víctima que le han engañado, cuando no vuelve a ver a estas personas.

El detenido, que ya contaba con varios antecedentes policiales, fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de Guardia de los de Zamora, habiendo acordado el su titular la libertad con cargos del mismo. La Policía, no obstante, continuó las investigaciones y logró identificar al resto de componentes del grupo.