Nuestra ciudad, bautizada honoríficamente por Antonio Mairena como la Andalucía del norte, volvió a ejercer como tal en el inicio de las actividades flamencas de la peña, a los 33 años de orfandad por la partida al más allá del maestro de Los Alcores. "Amigos del Cante" lo recuerda y disfruta con su ingente aportación a través del arte de Manuel Castulo y Antonio Carrión. Ambos de Mairena del Alcor y ambos mairenistas de pro, pletóricos de calidad, entrega generosa, y de inmenso "aroma mairenero", por lo que dieron la noche. Y que noche. No hay otra pareja en el mundo que pueda defender con más fidelidad, elegancia, delicadeza y sobre todo con más altura, la memoria del maestro (con mayúsculas), máxime, cuando el gran Antonio Carrión reproduce los singulares y misterioso sones de Melchor de Marchena. Y todo ello manteniendo los dos artistas su sello propio.

Para marcar territorio, cantes por soleá: El Quino, cuatro de La Serneta, dos de Joaquín el de la Paula, dos de Juaniquí de Lebrija y cierre de Juanillero de Marchena. Aplausos con eco. "Ahora voy a cantar por Levante": dos tarantos y una cartagenera. También apoteósicos. Tientos antológicos, como todo el recital siguiendo la estela de don Antonio, coronados por tangos. "Voy hacer un cante muy poco interpretado, muy antiguo y bonito". El anuncio nos regaló la toná liviana. Efectivamente, casi imposible de oírlo en la actualidad. Sencillo en su interpretación, arcaico en sus orígenes y dudoso en su atribución. Antonio Mairena se refirió a Diego Lebrijano, cantaor legendario, como creador del mismo. La realidad, como en tantos otros cantes o sus variantes, puede ser que el propio Mairena, tirando de un hilillo -en el decir de Fernando Quiñones- formara todo el ovillo, es decir, que partiendo de poca cosa, desarrollara un monumental y precioso palo flamenco. Cerrándolo, como él mismo lo hacía, con la seguiriya de cambio de María Borrico, que por cierto, tampoco se oye habitualmente debido a su enorme dificultad.

Segunda parte. Nos obsequian con las soleares que graba Mairena fechas antes de morir y que ven la luz de forma póstuma. Las controvertidas y mal denominadas de Charamusco. Siguen por alegrías, con una magnífica muestra de temática gaditana y espíritu mairenero. "No me puedo ir de aquí, donde me encuentro tan a gusto por la forma de entender el cante que tenéis y el respeto al maestro, sin cantar por seguiriyas": Tomás El Nitri, Diego Marrurro y cierre de Juan Junquera. De nuevo apoteósicos. Siguen por fandangos. Cuatro siguiendo la estela de Antonio Nuñez Chocolate y el último de El Rubio de Málaga en versión Camarón. Con todo el público en pie, aplaudiendo a rabiar: "Ahora, quiero despedir la noche, como lo hacemos por allí abajo, cantando por toná".

Noche perfecta donde las haya. Y estamos empezando el curso flamenco.

El siguiente plato fuerte será el 22 de octubre. Colegio Universitario, el III Festival de Flamenco Aficionado. Nos vemos.