Ni asignaturas impuestas, ni horarios inflexibles y, ni mucho menos, exámenes. Ni siquiera profesores: son "acompañantes del aprendizaje". Se trata de los centros educativos alternativos a los sistemas oficiales o tradicionales. En 2013 solo había 40 escuelas libres en España y hoy hay más de 600 que ni siquiera llegan a cubrir la demanda. Zamora se suma a la iniciativa y pone en marcha un proyecto pionero en la ciudad que ofrece una educación alternativa para niños de dos a seis años, cuando la escolaridad ya es obligatoria.

El denominado "espacio educativo de juego y desarrollo" se pone en marcha esta misma semana en un local junto al parque de San Martín a iniciativa de José Luis Huerga y Ana Arrese, dos maestros que llevan años investigando en las pedagogías alternativas y que han encontrado en Zamora a familias que abogan por otro tipo de educación para sus hijos.

La jornada matutina está enfocada a niños de dos a seis años, mientras que por la tarde el proyecto se abre a talleres en los que pueden participar jóvenes de hasta quince años. El objetivo final de este tipo de centros es "que el niño esté a gusto, que se sienta bien, que sus propuestas sean siempre escuchadas y tenidas en cuenta, sin afán ni de que adquieran valores ni de que aprendan, eso viene dado si se cumple todo lo anterior", subraya Huerga. Las técnicas "están muy personalizadas y partimos de la demanda del niño, sobre la que creamos una dinámica de actuación", añade.

La clave está en una palabra: mentalidad. "Aquí no se viene a a jugar por desmadrarse y tampoco es una ludoteca, se trata de un juego muy personal donde el respeto al niño es primordial, el ambiente está cuidado y preparado para que a la vez que ellos juegan tengan la posibilidad de aprender". El centro ofrece "ese ocio que no tiene el colegio al uso y la pedagogía que no da el ocio en sí mismo", aclara.

El proyecto echa a andar con cinco niños aunque el límite de capacidad está en diez, con una ratio de un maestro para cada cinco niños. La gestión de las actividades y proyectos es común entre niños y acompañantes -maestros- con numerosas salidas al exterior previstas y propuestas semanales en las que los pequeños deben implicarse con responsabilidad. El trabajo es tanto individual como colectivo con una pedagogía activa, ya que los profesores también proponer acciones a los niños a la espera de ver su respuesta.

Durante el periodo entre los dos y cinco años "casi todo está basado en el movimiento y el lenguaje" y, aunque no se les enseña a leer y escribir de forma directa, raro es el niño que termina la etapa aquí sin saber hacerlo porque hay actividades que les motivan para las que necesitan de la lectura y escritura". En este sentido, "trabajamos los ritmos sin necesidad de enseñarles las letras buscando siempre la lectura comprensiva". La educación de cada niño se personaliza según sus apetencias y habilidades sin la obligación de memorizar.