El 41% de los profesores interinos que trabaja en los centros educativos de Zamora lo hace a media jornada "o incluso menos", según se denuncia desde el sector de Educación del sindicato CSI-F. Su responsable, Yolanda Fidalgo, asegura que la situación de estos profesionales "afecta a su estabilidad laboral".

En total, la provincia cuenta con 367 profesores interinos, lo que se traduce en un 17,6% del total de la plantilla de profesores, entre profesionales que se dedican a la educación primaria y secundaria. "En 2006 llegamos a un acuerdo con la Junta de Castilla y León para reducir esta cifra a solo el 5%, así que estamos todavía muy lejos de ese objetivo", recuerda Yolanda Fidalgo, quien solicita desde su sindicato "una mayor estabilidad de las plantillas" para poder ofrece a los alumnos "una educación de calidad".

Fidalgo también indica que tras los recortes sufridos por el sector educativo en 2012 "la situación ha empeorado" y que, en el caso concreto de la provincia de Zamora, "a la que se le une un descenso progresivo de la población, el tema se complica todavía más".

Para el sindicato, el reciente anuncio del consejero de Educación de la Junta de Castilla y León, Fernando Rey, de que este curso se contaría en las aulas de la comunidad con 136 profesores más "es totalmente insuficiente" para solucionar un problema que se lleva arrastrando durante los últimos años en la comunidad.

Desde CSI-F Castilla y León se reclama a la Junta la necesidad de reducir la tasa de interinidad del profesorado, que sigue manteniéndose en torno al 20%, según los datos que maneja el sindicato, ya que el número de vacantes adjudicadas es de 136, lo que significa tan solo un 3% más que en el pasado curso.

En el caso de los maestro de Primaria se ha producido una reducción en Castilla y León de 436 vacantes de interinos, es decir, un 23,2% menos, al pasarse de 1.883 del curso pasado a los 1.477 para el actual curso. Sin embargo, en los profesores de Secundaria el número de vacantes de interinos adjudicadas ha aumentado en 542 -un 21,5% más-, pasando de las 2.519 vacantes adjudicadas del curso 2015-2016 a las 3.061 de este nuevo curso. Ese incremento es bienvenido pero también subraya que "influye negativamente en la planificación y en la organización de los centros.

Por todo esto, el sindicato entiende que "después de un lustro de recortes" es el momento de hacer un "análisis profundo del deterioro educativo que se ha generado en Castilla y León". Por ello, reclama un pacto educativo que implique a todos los actores "y que blinde la educación frente a las posibles ocurrencias y estrategias de los políticos".