España es cada vez un país más envejecido, con un índice de longevidad que no para de aumentar. Una realidad que en el caso de Zamora se manifiesta con toda su crudeza, ya que se sitúa -según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística- como la segunda provincia más envejecida, solo superada por Orense. De esta manera, ya se contabilizan 283 habitantes mayores de 64 años por cada cien menores de 16, lo que significa un máximo histórico en el envejecimiento de Zamora.

Castilla y León presenta un índice de envejecimiento muy superior al nacional, con lo que se convierte en la tercera región más envejecida de todo el país, por debajo tan solo de Asturias y Galicia y con casi el doble de personas mayores que jóvenes: 187,5 mayores de 64 años por cada centenar de menores de 16.

Según un estudio realizado por la Fundación Adecco, la persistencia de esta tendencia traerá problemas a la hora de sostener el actual sistema de pensiones. "La relación entre cotizante y pensionistas es actualmente de 2,2, considerándose una ecuación sostenible a partir de 2,5 contribuyentes por cada jubilado. Si continúa esta tendencia, para 2052 se estima que, por cada persona inactiva, habrá poco más de una persona trabajando, lo que sin duda pone en peligro la sostenibilidad de nuestro sistema", vaticina Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco.

Ante esta realidad, Mesonero urge la toma de medidas "que frenen los efectos de este envejecimiento imparable". Entre ellas, destaca el alcanzar acuerdos de Estado y dedicar un mayor porcentaje del PIB a la familia, impulsar políticas activas contra la discriminación por la razón de edad, sensibilizar el tejido empresarial para que apueste por la fuerza laboral senior y emponderar a los demandantes de empleo de más edad para que adquieran herramientas clave que les permitan competir en el mercado del siglo XXI.

Precisamente sobre el valor de los empleados mayores de 45 años, el director general de la Fundación Adecco explica que "hay que tener en cuenta que están en el ecuador de su vida profesional y que además cuentan con valores que les hacen altamente competitivos, como la experiencia, la madurez o el control emocional", pone como ejemplos.