Las viviendas de Zamora suspenden en eficiencia energética. Así se desprende de los datos que maneja la Junta de Castilla y León sobre los certificados de eficiencia energética expedidos en los tres últimos años, desde que la medida se hizo obligatoria para todas las casas en venta o alquiler en el segundo semestre del año 2013. Así las cosas, si en Zamora se han expedido un total de 2.168 certificados energéticos sobre viviendas y locales, solo 402 son los que consiguen aprobar y conseguir una calificación de A, B, C o D. El resto, el 81%, tienen calificaciones de E, F o G, las peores.

En un edificio, la eficiencia energética se calcula midiendo la energía consumida todos los años en condiciones normales de uso y ocupación. Para ello se tienen en cuenta todos los servicios utilizados de manera habitual, como "la calefacción, la refrigeración, la ventilación, la producción de agua caliente sanitaria y la iluminación, a fin de mantener las condiciones de confort térmico y lumínico y sus necesidades de agua caliente sanitaria y calidad de aire interior", detalla Tinsa.

En concreto, el indicador recoge los kilogramos de dióxido de carbono divididos por los metros cuadrados de la vivienda. A aquellos con un ratio de emisiones por debajo de los 6,8 kilos de dióxido por metro cuadrado al año se le asigna la letra A, la mejor calificación. La peor nota (la G) es para aquellos inmuebles que superan los 70,9 kilos.

La medida se instauró para que el comprador o el inquilino pudiera "valorar y comparar la eficiencia energética como un factor añadido para la toma de decisiones de compra o alquiler", aclara en un comunicado la sociedad de tasación Tinsa. Sin embargo, es un hecho innegable que muchas de las viviendas en venta y, sobre todo, en alquiler, no cuentan todavía con este documento. Los propietarios que incumplan la norma pueden ser multados con sanciones que van desde los 300 hasta los 6.000 euros.

La ley tiene, eso sí, algunas excepciones. Por ejemplo, no resulta obligatorio para los pisos arrendados durante menos de cuatro meses, edificios aislados con menos de 50 metros cuadrados útiles, edificios y monumentos protegidos en los que se altera su carácter o aspecto, lugares de culto o religiosos, construcciones provisionales (para menos de dos años) y la parte no residencial de edificios industriales y agrícolas.

Por su parte, "será obligatorio para todos los edificios de nueva construcción y también cuando se haga una rehabilitación o reforma de edificio con una superficie útil superior a 1.000 metros cuadrados, que afecte a más del 25% del total de sus cerramientos". No existe un precio cerrado para conseguir el documento pues cada técnico, y son varias las familias profesionales que pueden realizar el certificado de eficiencia, ofrece su presupuesto.

El documento expedido debe recoger las medidas recomendadas por el técnico certificador, clasificadas según su viabilidad técnica, funcional y económica, así como por su repercusión energética, que permitan , en el caso de que el propietario del edificio decida acometer voluntariamente esas medidas, que la calificación energética mejore como mínimo un nivel en la escala de calificación energética.

En Zamora solo una vivienda ha conseguido la máxima calificación, la A, una cifra inusualmente baja teniendo en cuenta que hace ya más de tres años que se expiden este tipo de documentos. 12 han alcanzado la B, 91 la C y 298 la D. El resto están por debajo, es decir, no son viviendas eficientes.