José Alonso Luengo, cofundador con su hermano Manuel de la empresa Restauración de Edificios, Artesonados y Retablos Alonso, más conocida como Rearasa, falleció ayer a los 76 años de edad y recibirá sepultura esta tarde en el cementerio de Zamora, poco después del funeral previsto para las cinco de la tarde en la iglesia de San Juan. Es precisamente uno de los templos que su empresa ayudó a restaurar, allá por los años 80.

Procedentes de una familia vinculada al oficio, y a partir de la pequeña carpintería de su padre, José con su hermano Manuel crean la empresa Rearasa que ubican en el edificio que aún se conserva al inicio de la Rúa de los Francos. Rearasa fue realizando obras que fueron dándole un nombre en el mundo de la restauración de edificios históricos desde finales de los años 70, con el artesonado del Hospital de la Cruz en Toro, la iglesia de San Juan en Zamora, la Cúpula de la Catedral, el monasterio de las Claras en Salamanca, la Bóveda para el Palacio de Manara, en Sevilla, los bienes muebles de Madrigal de las Altas Torres y un largo etcétera.

A partir de entonces no hay gran obra en la ciudad en la que no haya intervenido Rearasa, como especialista en tratar lo antiguo sin que casi se note, lo que implica el conocimiento tanto de las viejas como de las nuevas técnicas y materiales que permiten la reconstrucción de los valiosos elementos del patrimonio monumental. Las Aceñas de Olivares, la Fundación Rei Afonso Henriques o la iglesia de Santa María de Benavente son asimismo otras obras entre las muchas que se podrían citar atribuidas a esta empresa que ha tenido una parte importante, también, en la recuperación de varios tramos de la Muralla de Zamora.

La empresa, ahora en manos del hijo de José, Carlos Javier Alonso Arribas, como su padre un auténtico experto en restauración de patrimonio, se trasladó con el nuevo siglo al polígono de Los Llanos y su actividad de restauración y artesonados se completó con una nueva empresa, Arquitectura en Madera y Piedra, que entre otras cosas recuperó la arenisca de Zamora como material de construcción que se había venido utilizando históricamente en la provincia y la vecina Salamanca, pero que había quedado sin canteras desde donde poder sacar producto al mercado.

Rearasa ha realizado artesonados para Rionegro del Puente, Macotera (Salamanca), la Hacienda Boticaria en Sevilla, Belver de los Montes, la restauración de la piedra en Santa María de Benavente, la carpintería en Villamayor de Campos, el claustro del monasterio de San Salvador en Oña (Burgos), el coro nuevo en madera de nogal de Lastras del Pozo, los cubos de la Muralla de Villalba de los Alcores (Valladolid), la iglesia de Molacillos, el retablo de la Virgen de la Majestad o de la Calva en la Catedral de Zamora y un largo etcétera.

Innovación y especialización han sido las claves de la empresa para sobrevivir en un mundo que no es fácil, ya que la restricción de las inversiones de las administraciones públicas en época de crisis ha sido importante, y ha afectado, como a otras muchos campos, al de la restauración.