Es capaz de recitar de memoria unos versos donde doña Urraca es protagonista, enseñados por su madre cuando era pequeña. Desde Mar del Plata, Carmen Pérez Madero llega por primera vez a Zamora en busca de la vivienda de su familia, ubicada en el casco antiguo de la capital. «La imagen que tengo de la ciudad es la de 1907, de la que me hablaban en casa, la Zamora amurallada, con el ganado debajo de ella. En mi mente está una ciudad de otra época», reconoce emocionada.

La historia de Carmen es muy similar a la de sus compañeros de expedición, los integrantes de esta nueva edición de las operaciones Añoranza y Raíces, donde un total de 16 personas, jóvenes y mayores, aprovechan la oportunidad que les brinda la Diputación Provincial de Zamora para pasear por los lugares donde estuvieron sus antepasados.

Algunos no pudieron volver, como fue el caso de la abuela de Ozaida Arteaga, del Centro Zamorano de Cuba, que este año cumple su centenario. «En la familia siempre se mantuvo muy vivo el recuerdo de Zamora y ahora me da una emoción tremenda poder estar aquí», asegura.

Los jóvenes también se sienten atraídos por la historia de sus mayores. Es el caso de Florencia Rey, miembro del Centro de Castilla y León en Mar del Plata. Ella llega con la firme promesa de conocer Vega de _Tera, la tierra de su abuela. «El estar en un centro ayuda a mantener intacta la ilusión de volver a nuestra querida Zamora», afirma.

También desde este lugar de Argentina José Manuel García regresa a Zamora más de dos décadas después de viajar a Fuentes de Ropel, el pueblo de su madre. «Sé que ahora me lo voy a encontrar muy cambiado, la última vez que vine era un pueblo y ahora es toda una ciudad», compara. Regresará así a las calles que tantas veces recorrió siendo niño junto a su tío, pregonero de esa localidad. «Espero poder encontrar allí todavía algún familiar», confía.

Todos ellos invitaron tanto a la presidenta de la Diputación Provincial, Mayte Martín Pozo, como al diputado del área, José Luis Bermúdez, quienes les recibieron en la institución provincial, a devolverles la visita en sus respectivos centros zamoranos.

Por delante les queda ahora al grupo toda una semana en la que investigarán juntos las localidades donde están sus raíces, además de aprovechar el viaje para conocer el Lago de Sanabria o acudir a la exposición de las Edades del Hombre en Toro antes de regresar a sus países con recuerdos renovados.