Las estrechas, tortuosas y vacías calles del casco antiguo de la capital recuperarán la calidez de antaño a lo largo del fin de semana a cuenta de la celebración del Mercado Medieval. Un auténtico parque temático de la historia que transportará al visitante a aquellos dorados años en que Zamora fue plaza grande en la península ibérica. La principal ventaja de la capital es que no necesita atrezzo. La plaza de Viriato, las iglesias de la Magdalena y San Ildefonso o la mismísima Catedral fueron protagonistas directas de una época que ahora se reproduce, incluyendo los monumentos como escenario vivo de aquel pasado. Desde hoy y hasta el próximo domingo, el entorno que hay entre la Plaza Mayor y el Castillo regresará a la Edad Media y lo hará por todo lo alto.

Bisutería, artesanía, cerámica, gastronomía, brebajes... El Mercado Medieval vuelve a Zamora y lo hace como cita de referencia en el circuito de este tipo de eventos que a lo largo de los últimos años han proliferado en todos los puntos de la geografía española. El inigualable escenario de la capital hace más fácil el desarrollo de la feria y por ello los comerciantes han llenado las rúas con todo tipo de productos para deleite de los visitantes.

Un centenar de puestos participan desde hoy y hasta el próximo domingo en esta nueva edición del viaje al pasado. Tal y como explica el organizador, Juan Cantero, han arribado en Zamora más de trescientas personas entre artesanos, comerciantes, actores y músicos.

Y es que el Mercado Medieval va a ser mucho más que vender productos. A lo largo de los tres días de apertura, recorrerán las calles de la capital diferentes grupos con actuaciones que intentarán transportar a los visitantes a aquella época pasada en la que tres culturas compartían ciudades. Igualmente, cuatro grupos de música egipcia, portuguesa, celta y cristiana harán sus "bolos" para animar el cotarro a diferentes horas del día.

La pedagogía es, no obstante, el factor predominante en este Mercado Medieval. La organización, en colaboración con el Ayuntamiento de Zamora, se ha propuesto que la cita sirva para inculcar en los más pequeños la importancia de esta etapa histórica para los reinos de la Península Ibérica, pero especialmente para Zamora, donde el medievo se reconoce con la etapa de gran esplendor de la ciudad. Un regreso por todo lo alto a esos tiempos en que Zamora fue grande.