"Ha sido una experiencia muy interesante personal y política", dice el zamorano Fernando Martínez Maíllo, la cara más visible del equipo negociador del Partido Popular que ha alcanzado un acuerdo de investidura con Ciudadanos "que si uno lee con detenimiento es prácticamente un programa de legislatura". Maíllo da por bien empleadas las maratonianas jornadas y haberse quedado sin vacaciones: "El acuerdo es bueno para los españoles. Ha habido muchos escollos pero desde el principio he visto que existía en ánimo de construir, de desbloquear la situación y que haya Gobierno. La negociación ha sido en serio, si fuera un teatrillo, como dicen algunos, no nos habríamos quedado hasta las cuatro de la madrugada, como hemos hecho muchos días".

Uno de los escollos más difíciles de superar, salvar las diputaciones, dice Maíllo, quien destaca que en el acuerdo se ha incluido el AVE a Galicia o la lucha contra la despoblación "como prioridad de Estado". Satisfecho por haber logrado, con Ciudadanos y Coalición Canaria, llegar a los 170 diputados, Maíllo dice que este acuerdo es la demostración de la capacidad negociadora del PP, frente a los "cordones sanitarios que se han querido imponer para aislarnos". Ahora se pregunta qué va a hacer Pedro Sánchez, ya que el PSOE tiene que abandonar el no al acuerdo, a intentar una mayoría y a nuevas elecciones.