Los vendedores del tradicional mercadillo de los martes en Zamora afrontan dificultades para el abono de la deuda de 43.000 euros que deben al ente ferial Ifeza por el uso del estacionamiento exterior, donde se asienta desde hace casi dos años la actividad comercial ambulante. Hasta el momento, la deuda se ha saldado en alrededor de un 10% correspondiente a tres abonos, un pago puntual que a partir de ahora "no sabremos si podremos mantener", auguran, ya que "estamos padeciendo la situación más difícil de los últimos años y a la gente le cuesta mucho corresponder", apuntan desde el colectivo ambulante, sin dar cifras al respecto.

En cualquier caso, todo apunta a que los pagos podrían prolongarse durante casi dos años hasta quedar a cero la deuda contraída con la institución ferial. La sesión plenaria de la entidad acordó el pasado mes de julio un plan para que los comerciales de la actividad ambulante amorticen de forma mensual la deuda después de varios meses de impagos. El plan contempla un abono gradual conforme a un calendario que les permitiría retomar sin cargas la actividad ambulante.

En el mismo sentido, el pleno de Ifeza aprobó la denegación de la licencia para celebrar el mercadillo en el aparcamiento del ente ferial en el caso de que los comerciantes incumplan las obligaciones establecidas en el calendario de pagos, una medida ante la que los ambulantes pidieron "flexibilidad".

El colectivo, que en todo momento ha asumido su deuda con Ifeza y se ha comprometido a devolver los 43.000 euros, tiene pendiente un traslado a otro punto de la ciudad motivado, en parte, por la acumulación de la deuda. Para ello, han mantenido de manera periódica reuniones con el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Zamora, que tiene previsto ceder una parcela de su titularidad para la implantación del mercadillo de los martes en un lugar alternativo al aparcamiento de Ifeza.

La actividad mueve cada semana a más de 200 familias que se dedican al sector. El colectivo está pendiente también de retomar la actividad dominical, que se interrumpió hace unos meses ante la escasa respuesta del público. No obstante, al igual que el mercadillo de los martes, el de los domingos también está pendiente de una reubicación en otra sede más cercana al centro urbano para que los zamoranos se animen a acudir al mercadillo de los domingos.