Los empresarios zamoranos no confían en los servicios públicos de empleo para encontrar trabajadores. Así se desprende de los datos de colocaciones que difunde el Servicio Público de Empleo Estatal. Entre el uno de enero y el 31 de julio de este año el ECYL ha colocado directamente a solo 702 trabajadores. Un número muy bajo teniendo en cuenta que en el mismo periodo de tiempo se han firmado casi 30.000 contratos en la provincia (29.383 exactamente, aunque eso no quiere decir que 29.000 personas se hayan incorporado al mercado laboral porque un mismo trabajador puede haber firmado varios contratos).

Las colocaciones son los puestos de trabajo cubiertos por un trabajador, y se asignan a la provincia en que está situado el centro de trabajo. La información se obtiene del registro de la comunicación o del contrato presentado por el empresario o por información directa del trabajador. "Aunque el número de colocaciones está ligado al número de contratos no existe una correspondencia uno a uno", asegura el SEPE. Dentro de estas son especialmente significativas las colocaciones con oferta previa, que son aquellas que corresponden a contratos que han sido ofertados por el empresario a los Servicios Públicos de Empleo con resultado de contratación. Es decir, el empresario acude al ECYL para solicitar un trabajador y los servicios públicos de empleo lo encuentran. Las 702 colocaciones corresponden a este último supuesto.

Estas son las colocaciones gestionadas íntegramente por el ECYL, pero los datos de los servicios públicos de empleo dejan algunos detalles llamativos más. Por ejemplo, las colocaciones de demandas activas (que son las colocaciones de aquellas personas que figuraban inscritas como demandantes en las oficinas de los Servicios Públicos de Empleo hasta el momento de la incorporación al mercado laboral). En los siete primeros meses del año, según las estadísticas de los propios servicios de empleo, han sido 11.787 las personas que se han incorporado a un puesto de trabajo estando dadas de alta en el ECYL. Son un cuarenta por ciento del total de contrataciones, lo que indica que la mayoría de las personas que se han incorporado al mercado laboral ni siquiera estaban dadas de alta como demandantes de empleo.

Los datos vienen a explicar una tendencia que los sindicatos subrayan cada vez que se conocen nuevos datos del paro. Los servicios públicos de empleo no resultan especialmente eficaces a la hora de encontrar un puesto de trabajo, hecho que se explica en que las empresas no acuden a esa vía para ampliar o sustituir trabajadores. Esto motiva que muchos trabajadores en paro no acudan al ECYL y no aparezcan en las listas oficiales de parados a no ser que tengan derecho a recibir algún tipo de prestación.

La tendencia no es ni mucho menos exclusiva de Zamora. La colocación público-privada de parados se ha demostrado como más eficiente que las oficinas de empleo, según explicaba ayer el diario El País haciéndose eco de un informe que está en manos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Así, "la colaboración con empresas logra reinsertar un 10% de los parados atendidos, una ratio muy superior a la del antiguo INEM".

El hecho es que el Gobierno ya tiene en sus manos el primer balance de la colaboración público-privada para reinsertar parados. El País apunta que "se trata de una iniciativa experimental en la que se asigna a empresas privadas grupos de desempleados de larga duración y se les paga por cada desocupado al que encuentran trabajo. Los resultados pueden tildarse de esperanzadores, con una media del 10% de recolocación pese a la dificultad de los perfiles. Estos números abren la puerta a que el método pueda ampliarse. Si bien no es estrictamente comparable, cabe recordar que el Servicio Público de Empleo solo colocó al 1,7% de los asalariados en 2015".