Las excavaciones durante la primera jornada de búsqueda permitieron, llegada la noche, dejar al descubierto parte de un pie del hombre fallecido, un hallazgo clave en la operación ya que determinó la dirección y el ritmo de las excavaciones. La extremidad sirvió de referencia para continuar la perforación de la tierra ya que, "a partir de ese punto, calculamos la distancia y fuimos midiendo para saber en qué momento debíamos empezar a actuar de forma manual", explican los agentes. Las primeras catas con láser realizadas durante el pasado lunes también fueron imprescindibles para determinar la profundidad del pozo -más de diez metros- y para dar por seguro el fallecimiento del hombre desaparecido. "No sabíamos si habría alguna galería más o incluso cortes o desniveles laterales...era todo especular", argumentaban los agentes del Cuerpo de Bomberos de Zamora.

La actuación manual en la última fase permitió rescatar el cadáver sin llegar a sepultar el cuerpo.