"Excavaba en busca de un tesoro", relataba el pastor portugués compañero del hombre desaparecido al llegar al lugar en el que se estaban practicando las labores de rescate. Aunque contradice la versión oficial, el colega del marroquí aseveró que acababa de enterarse de los hechos.

Según sus propias palabras, el arrendatario del terreno responsable de la finca aseguró a su compañero, hace ya cuatro años, que en las tierras cercanas a las naves donde guardaban las ovejas "había un tesoro enterrado, que podría ser incluso oro", detalla. Tal y como afirma, su amigo marroquí llevaba ya en España, al menos, siete años. Los últimos tres, ambos compartían vivienda en Roales. "Lo vi por última vez el domingo", asevera el portugués, quien niega que ayudara a su compañero de trabajo a realizar las labores de excavación.

Al parecer, el pastor marroquí "tenía mujer e hijos en Marruecos", a quienes visitaba en alguna ocasión, asegura su compañero. Los vecinos de las huertas próximas corroboran la situación familiar del desparecido.