La Diputación de Zamora es una de las instituciones provinciales del país que muestra "mayor coherencia" entre las políticas que desarrolla y las características de sus municipios, es decir, una población envejecida y minada por la marcha de los jóvenes. Este perfil poblacional lleva a destinar buena parte del presupuesto a políticas sociales "con una de las estructuras de gasto más equilibradas de España a pesar del gran peso del gasto en personal". Son las conclusiones que arroja el informe "Coste y utilidad de las diputaciones provinciales: claves para un debate necesario" emitido por la Fundación "¿Hay derecho?", que presenta un minucioso análisis de todos los gastos, inversiones e ingresos de las diputaciones del país, incluida la zamorana.

La despoblación y, sobre todo, unos vecinos con una media de edad muy alta son dos de las peculiaridades de la provincia acorde con los ejes prioritarios de la Diputación: los Servicios Sociales. La "coherencia" de la que habla el estudio alude a "la parte importante del gasto dedicado a asistencia social que, en principio, es una competencia autonómica", incide el documento. En este sentido, la institución provincial zamorana es una de las mejor paradas de España en lo que a inversión social se refiere al situarse a la cabeza en la mayoría de los parámetros dedicados al bienestar. Una cuarta parte de los 62 millones de euros consignados en el presupuesto de la Diputación de este ejercicio en curso se dedica a políticas sociales. La institución mantiene los servicios de ayuda a domicilio, la teleasistencia domiciliaria, los Centros Municipales Integrados, las ayudas de urgente necesidad, las guarderías del programa Crecemos, las subvenciones a organizaciones sin ánimo de lucro así como las ayudas al transporte social, la residencia Virgen del Canto de Toro, la guardería de la Veguilla de Benavente y las ayudas de hasta 1.000 euros a la natalidad. La inversión supone un incremento computado en torno a los 200.000 euros. El aumento de la partida se traduce también en mayor apoyo a la educación de calle, campañas de igualdad y lucha contra la violencia de género en el ámbito rural.

A pesar de la coherencia de gasto, el informe hace una salvedad en lo que se refiere al "gran peso del gasto en personal", un concepto determinado por la cuantía de lo que gasta la Diputación en su propio funcionamiento junto con el grado de externalización en la gestión de los servicios públicos que presta. El gasto por habitante en estos costes supera los 230 euros al año y sitúa a Zamora como la que más gasta en estos conceptos de todo el país junto a Palencia, Segovia y Soria. El cálculo parte de los presupuestos de gasto en las partidas de coste de personal, gastos corrientes y transferencias corrientes.