La Joven Orquesta Sinfónica de Zamora (JOSZA) retomará sus conciertos durante el mes de septiembre. Desde el pasado febrero la agrupación cuenta con un nuevo director, Iñigo Igualador. El músico vallisoletano repasa cuál va a ser la hoja de ruta a seguir al frente del grupo capitalino.

-¿Cómo fue su elección para dirigir esta agrupación?

-El año pasado se convocaron pruebas para buscar un nuevo director y acabé empatado junto a otra directora. Primeramente la orquesta decidió probar con ella y después en febrero de este año me llamaron para que tomara las riendas del grupo.

-Siendo usted de Valladolid y desarrollando su profesión allí, ¿qué le impulsó para adentrarse en una aventura de este tipo en Zamora?

-Trabajar con la cantera. Enseñar a los jóvenes músicos siempre es motivador, vi la oportunidad y no quise dejarla pasar. Actualmente estoy compaginando mi trabajo de profesor de música en Valladolid con esto, pero es algo que satisface enormemente y sobre todo es interesante ver cómo estos proyectos permiten que luego los músicos tengan una vida profesional mucho más activa, con un abanico de posibilidades mayor.

-¿Qué cambios traerá este nuevo mando?

-No espero hacer ninguna revolución, en parte mi plan es continuar con el trabajo que han dejado otros directores. A pesar de que creo que el cambio le viene bien a los jóvenes, porque tienen nuevas influencias de las que aprender, aunque eso no implica que el estilo o el método de trabajo, si es óptimo, deba cambiar 180 grados.

-A pesar de esa línea continuista, ¿hay algún aspecto en el que quiera incidir especialmente?

-Sí, sobre todo me gustaría centrarme en incluir un repertorio más contemporáneo, con música más moderna. Mi intención es que no se quede restringido a un estilo muy definido o a las épocas más conocidas dentro del género que tratamos. Pero por supuesto siempre hay que ser consciente de las posibilidades que nos permite nuestra plantilla

-Cuando se refiere a música contemporánea, ¿habla de autores de clásica de estos dos últimos siglos o también de otros géneros?

-Estamos abiertos a cualquier género musical. Pero sobre todo me refiero a compositores del siglo XX y XXI. Algunos de ellos de la tierra y tenemos la intención de promocionarlos y darlos a conocer. No obstante, cerrarse a otras corrientes musicales nunca se hará bajo mi dirección porque es un error.

-¿Tiene una fecha límite para este proyecto?

-Es muy pronto para hablar de esto, no me he establecido ningún periodo máximo.

-¿Para cuándo serán los nuevos conciertos?

-En septiembre tenemos dos programados para los días 16 y 23 en el seminario de san Atilano y en el colegio universitario respectivamente. En cuanto al resto del curso se refiere, más o menos tenemos planificado ya todo el siguiente año aunque todavía no pueden publicarse las fechas porque quedan muchos cabos sueltos. Lo que sí puedo asegurar es que cada final de trimestre tendremos varios conciertos.

-¿Hay alguno que esté marcado con rojo en el calendario?

-Entre Semana Santa y junio daremos el concierto para Arpa y Flauta de Mozart con una solista de Salamanca. La ubicación todavía está por determinar.

-Háblenos de la formación y sus músicos.

-Alrededor de 50 miembros. Las edades están comprendidas entre 14 y 25 años.

-¿Hay un tope?

-Actualmente no tenemos un límite de edad porque nunca se nos ha dado el caso de que dispongamos de tantos músicos como para no necesitar más. Por supuesto, en el caso de que cubriéramos todas las plazas necesarias sí nos plantearíamos colocar una edad máxima en la que entrar.

-¿Actualmente necesitan más músicos?

-El número de integrantes que necesitamos va estrechamente ligado a las secciones que componen la orquesta (viento madera, viento metal, cuerda y percusión). Dependiendo de la cantidad que dispongas de una sección, necesitas una distinta proporción de la otra, para poder armonizar el sonido y que unos instrumentos no tapen a los otros. En nuestro caso, requerimos más músicos de viento, especialmente los instrumentistas de viento madera. Estamos abiertos a recibir a aquellos jóvenes que estén dispuestos a aventurarse en este proyecto.

-En esta época audiovisual, donde las tendencias musicales están más centradas en el espectáculo que en el propio virtuosismo del artista, ¿qué lugar queda para la música clásica?

-El lugar de la música clásica es amplísimo. En general en casi todos los lugares de España hay una gran afición, solo hay que producir un mercado que cautive al seguidor. Casi siempre la deficiencia en el consumo de este género se produce por una falta de oferta. La música clásica además es un género atemporal que está en una constante renovación. Da igual que otros estilos musicales estén ahora en boga, la música clásica prevalecerá.

-Obtenéis financiación a través de vuestros asociados y de alguna subvención puntual de la Diputación. ¿Cuáles son ahora mismo las necesidades que necesitáis cubrir?

-En este momento necesitamos una mejora del local de ensayo y los recursos básicos que requiere una agrupación de este tipo. No podemos decir que las administraciones no nos ayuden, pero sí que necesitaríamos un poco más de implicación por su parte. Siempre estamos pidiendo favores y viviendo del altruismo ajeno.