La Ley de Memoria Histórica incluye en uno de sus artículos la necesidad de realizar un reconocimiento personal a la memoria de los funcionarios que fueron depurados sin ningún amparo jurídico, por pura acción de la dictadura, en el año 1936. El Ayuntamiento de Zamora está dispuesto a hacerlo y para ello ha abierto otro expediente informativo en el que se tramitará todo lo relativo al homenaje a estos trabajadores cesados o fusilados. En Zamora, pasado el golpe militar de julio de 1936, un total de seis concejales y cinco funcionarios municipales fueron fusilados, mientras que 38 trabajadores del Consistorio y otros seis concejales fueron cesados.

El alcalde, Francisco Guarido, ha reconocido que se están realizando los trámites para honrar la memoria de estos funcionarios. "En el año 2006 ya presentamos una iniciativa en relación al asunto de los funcionarios y la mayoría del pleno lo rechazó. La diferencia entre 2006 y ahora es la Ley de Memoria Histórica aprobada en el año 2007", apunta. "Lo que queremos demostrar es que aquellos actos fueron políticos y unilaterales propiciados por un cambio de Gobierno de un golpe de Estado y, por eso, si no lo piden las familias, será el propio Ayuntamiento el que lo reconozca", indica.

Según detalla la citada moción, los concejales fusilados en 1936 son Saturnino Barayón, Justo López, Gonzalo Alonso, Herminio Asorey, Benedicto Carreras y Quirino Salvadores; y los trabajadores municipales fusilados, Mateo Hernández, Eusebio Fernández, Ramón Prada, Fernando Leiras y Luis Burón.