El nombre de este fenómeno cosmológico, conocido como perseidas, tiene una fácil explicación: las estrellas durante este espectáculo visual toman una dirección que hace parecer que provienen de la constelación de Perseo, en honor al semidios griego del mismo nombre.

La denominación de la constelación fue otorgado por Ptolomeo, un astrónomo empírico greco-egipcio que defendía el modelo geocéntrico, el cual afirmaba que el universo giraba en torno a la Tierra.

Pero esta lluvia de estrellas también ha sido bautizada con otros nombres basados en leyendas y religiones en diferentes partes del mundo. Por ejemplo, en los países católicos, como es España, este fenómeno es conocido como "lágrimas de san Lorenzo" debido a que suelen coincidir las fechas con las festividades de este patrón y se asociaron a las lágrimas que vertió el mártir al ser quemado en una parilla.

Desde la Asociación Zamorana de Astronomía dan una serie de consejos para disfrutar de la mejor manera de esta noche: primeramente debe situarse en un lugar libre de contaminación lumínica, por lo que la capital queda descartada; si es un lugar alto propiciará una mejor visión; la observación a simple vista es la mejor forma de disfrutar de la "lluvia"; una tumbona o una manta sobre la que apoyarse favorece la relajación y el deleite del fenómeno; y no olvidar ropa de abrigo, debido a la bajada de temperaturas que se produce por la noche.

Por su parte, los miembros de la Asociación aprovecharán a salir con sus telescopios para observar el cielo profundo, así como disfrutar del evento principal que les hará hacerse al monte.

En esta misma línea, los aficionados a la cúpula celeste aprovecharán para observar la luna, que "se encontrará en cuarto creciente, una buena posición para examinarla", afirma Manuel Alonso, de la asociación Zamorana de Astronomía.