Después de más de tres años de ruidos y molestias, la plataforma que representa a 400 viviendas afectadas por las vibraciones del tren a su paso por el túnel de Valorio amenaza con movilizarse si ADIF no soluciona el problema tras agravarse las molestias. Si bien son partidarios de "agotar primero la vía del diálogo", los vecinos se declaran "hartos" de la situación y, sobre todo, "del abandono total después de haber pedido una reunión hace cuatro meses a través de la Subdelegación del Gobierno y no haber recibido ni siquiera una contestación", lamenta Francisco de la Iglesia, portavoz del colectivo.

La situación se ha recrudecido a consecuencia del incremento de trenes y de su frecuencia, hasta el punto de que "por la noche es imposible descansar y los fines de semana el panorama es aún peor", justifica De la Iglesia. En este sentido, temen que las vibraciones desestabilicen la cimentación de los edificios, ya que "tenemos constancia de fracturas y grietas en casas que, aunque no podemos demostrar que se deban a las vibraciones, se han agrandado con el tiempo coincidiendo con el incremento de la frecuencia ferroviaria". El representante vecinal, también afectado de manera directa al estar ubicada su vivienda en plena área de influencia, añade a la situación que "las obras están completamente paradas desde hace meses".

Ante esta situación, el colectivo urge la aplicación de la solución definitiva planteada por ADIF hace ya más de dos años, que consistía en un sistema de insonorización pionero en el país que garantizaría, según ADIF, el fin de las vibraciones registradas en las viviendas asentadas en San José Obrero a consecuencia del transcurso del tren por Valorio desde que se iniciaran las obras de la Alta Velocidad en la zona. Se trata de una manta de aislamiento que, a modo de membrana, se instalará bajo las vías férreas para frenar la transmisión de los ruidos al suelo. Aunque "hemos estado a pie de obra y una de las vías provisionales que en teoría será definitiva ya cuenta con esa protección", Francisco de la Iglesia insiste en que "no han instalado aún el raíl por el que tendrá que discurrir el tren". Por este motivo, plantea "al menos una de las dos vías definitivas para comprobar que es cierto que nos van a erradicar el problema", una solución que abarcaría "no más de 800 metros". Si bien es cierto que "hace un año la obra estaba muy avanzada y apenas quedaban los raíles", tal y como pudieron comprobar en una visita con técnicos de ADIF, "desde entonces no hemos vuelto a saber nada".

El colectivo vecinal, que nunca se negó a la ejecución de las obras y que asumió con buen talante las soluciones planteadas por ADIF, vuelve de nuevo a la carga para defender sus derechos y, sobre todo, "la tranquilidad en nuestras viviendas", insiste De la Iglesia.