Hay 20 Lobos, 2.508 Leones y 123 Leonas en todo el país. No estamos hablando de especies en peligro de extinción ni de alteraciones en ecosistemas, sino de personas y, concretamente, de nombres. Después de que unos padres de Fuenlabrada llegaran a enfrentarse con un juez por querer llamar a su hijo Lobo, los nombres poco comunes vuelven a estar en boca de todos. El pueblo de Huerto del Rey, en Burgos, tiene el récord del país pero, ¿cómo están los libros de registro en la provincia de Zamora?

En 66 años, los nombres de los zamoranos han cambiado mucho. De hecho, mientras en los 50 había oficialmente 478 nombres diferentes registrados en la provincia, en la última década sólo encontramos 101, y casi ninguno compuesto. María Carmen, María Pilar, María Ángeles y María Isabel, que solían ocupar el "top" 5, ya no aparecen en las gráficas del Instituto Nacional de Estadística.

Los nombres religiosos también han dicho adiós a los libros: Natividad, Adoración, Resurrección o Luz Divina tienen una media de edad de más de 60 años. Además, sólo hay 57 Marías y 47 Jesús en la provincia.

Los nombres atienden a las circunstancias en las que vivimos y evolucionan con el tiempo. Por ello, a día de hoy, en Zamora sólo viven 5 Telesforos, 5 Obdulios, 14 Perfectos y 6 Pacianos comparados con los 53 Iker, 85 Adrián o los 76 Alejandros. Entre mujeres, Restituta (6 personas), Gumersinda (20), Vidalina (8) o Emerenciana (12) también empiezan a ser cosa del pasado. Sólo hay 80 Exuperancias en España, 5 de ellas zamoranas.

Aún así, hay quienes quieren mantener los nombres "de siempre" y apuestan, en 2016, por llamar a sus hijas Basilia o María Guillermina, encontrándose en la página siguiente a las modernas Jenny Vanessa o Rebekah.

El inglés y el italiano también han ido ganando terreno zamorano. Mark, Allegra, Nicole, Cloe o Lucca pasaron por el registro en estos últimos meses. Además, un nombre persa también se dejó ver por el mostrador de la ciudad y resultó más que difícil de registrar debido a la presencia de algunos signos que no aparecen en un teclado español.

También existen nombres que valen para ambos sexos. Así, Pilar, Amor y Rosario eran comunes para hombres y mujeres hace varias décadas, aunque ahora se han quedado en el lado femenino.

Caín y Lucifer no, Franco sí

Según la ley vigente, un nombre está admitido siempre y cuando este "no perjudique objetivamente a la persona". Por ello, se excluyen aquellos que resulten, por sí o en combinación con los apellidos, "deshonrosos, humillantes o denigrantes". Además, tampoco se puede atribuir a un hijo el nombre de su hermano vivo ni uno que induzca "error sobre el sexo".

Caín, Hitler, Judas o Lucifer jamás serían admitidos por la justicia, sin embargo Franco se encuentra aceptado como nombre ya que es común encontrarlo como apellido. Isis, en honor a la diosa egipcia, sigue siendo popular en la península, a pesar de que puede resultar chocante para algunos por ser ahora las siglas en inglés del Estado Islámico.

Todos los demás nombres, hasta los imaginarios, están permitidos. No tenemos que extrañarnos si algún día encontramos Sirenas.