La deuda viva de la Diputación Provincial se reduce a más de la mitad en los últimos cuatro años y pasa de los casi 34 millones de euros de 2013 a los apenas 16 que la institución provincial aspira a conseguir al terminar el ejercicio en curso. La deuda viva es conocida como la que mantienen las entidades locales con los bancos en lo que afecta a créditos financieros, valores de renta fija y préstamos o créditos a terceros. Sin embargo, queda excluida de esta partida la deuda con los proveedores de servicios o suministros, es decir, tiene en cuenta en exclusiva la mantenida por la Diputación Provincial con los bancos.

La institución provincial prevé este año una amortización de 5,3 millones de euros correspondientes a préstamos de ejercicios anteriores. Esta previsión, planteada en los presupuestos generales, arroja una deuda pendiente a 31 de diciembre de este curso de 16,2 millones de euros de préstamos, lo que se traduce en un índice de endeudamiento por debajo del 31%.

Los últimos datos que ofrece el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas se refieren al 31 de diciembre de 2015. En este periodo temporal, la institución provincial que más redujo su deuda fue Soria, que pasó a tener un endeudamiento cero, seguida de Salamanca. No obstante, Zamora es la tercera provincia con menor deuda a los bancos a cargo de la Diputación.

La deuda de la administración provincial zamorana ha ido dando pasos a la baja de forma consecutiva y a un ritmo progresivo, a razón de unos seis millones menos por ejercicio. De los casi 34 millones de 2013 pasó a 27 en 2014 y a 21,6 en 2015, sin que los datos del final de ejercicio estén cerrados. El pasado abril, la Diputación aprobó dedicar 4,4 millones de remanente de Tesorería a amortizar la deuda, lo que contribuirá a recortar aún más la deuda a las entidades bancarias.