Los bomberos de Zamora ejecutan durante estos días simulacros en el Palacio Judicial para actualizar el plan de emergencia del edificio. La complejidad del interior del inmueble, con dos accesos conectados entre sí a través de sus arterias interiores, obliga a los agentes a invertir varios días en las maniobras de cara a garantizar la seguridad de trabajadores y usuarios ante cualquier riesgo eventual.

Laberíntico es el mejor calificativo que define el interior del Palacio Judicial, de difícil recorrido y con un continuo trasiego de abogados, procuradores y ciudadanos que acuden a realizar gestiones relacionadas con la justicia o el registro. La actividad flojea, y mucho, en el mes de agosto, al permanecer los juzgados inhábiles, aunque no cerrados.

Es más que frecuente encontrar en los múltiples pasillos de las oficinas judiciales y de Fiscalía a ciudadanos perdidos que pasan de un edificio a otro sin conseguir no ya localizar la sala de juicios, el despacho del juez o de los letrados de la Administración de Justicia, o las dependencias de los funcionarios, sino incluso las puertas de salida a la plaza de Zorrilla o a la calle de El Riego.

La salida de emergencia del Palacio de Justicia -es decir, de los juzgados de Primera Instancia, Juzgado de lo Penal y la Fiscalía- está señalizada desde hace solo una década, cuando en 2005 tuvo lugar la última reforma importante del inmueble para crear en las antiguas viviendas del fiscal jefe y del presidente de la Audiencia nuevas dependencias judiciales.

El pasado marzo la Audiencia Provincial de Zamora inició la preparación de un "plan de autoprotección" para organizar desalojos en caso de emergencia, que incluyó la formación del personal de los juzgados sobre medidas a tomar y cómo actuar en caso de emergencia, con su correspondiente simulacro en el que participó todo el persronal. Fue el primer ensayo de evacuación que se ha realizado en la historia de la sede judicial.

La situación de alarma vivida en el año 2005, cuando hubo un incendio en la planta baja ese inmueble, obligó a desalojar los juzgados y puso en evidencia la complejidad de la operación. Fue la primera vez que fue preciso evacuar una parte de la sede judicial a consecuencia de un incendio.