La Policía Municipal será la encargada de velar porque el boicot al repintado de fachadas toque a su fin. El propio equipo de Gobierno entregará cada día una relación de calles en las que extremar la vigilancia. "El objetivo es que, a través de una vigilancia especial, este tipo de actos vandálicos desaparezcan. Por ello entregaremos a la Policía Municipal una serie de calles sobre las que se ha actuado en el repintado de fachadas para que las tengan especialmente en cuenta a la hora de hacer las patrullas nocturnas", explica el alcalde, Francisco Guarido.

En el momento en que los agentes municipales localicen a alguno de los vándalos "con las manos en la masa", se procederá a aplicarles la sanción correspondiente. "Será la sanción mínima que marque la Ordenanza, pero tantas veces como se cojan a los infractores. Si vemos que existe reincidencia, entonces tomaremos medidas tan drásticas", explica Guarido. La citada Ordenanza de Convivencia y Prevención de Actos Vandálicos establece multas de entre 30 y 750 euros para infracciones leves, donde están catalogadas este tipo de prácticas sobre fachadas privadas.