El efecto de la aprobación del nuevo decreto también ha sacudido la enseñanza en la ciudad, creando incertidumbre y bastante preocupación. Desde el pasado viernes, cuando el Consejo de Ministros dio luz verde, no se ha dejado de hablar de uno de los apartados más polémicos: aquel alumno de 4º de la ESO que suspenda ambas convocatorias y no haya superado el primer ciclo -hasta 2º- sólo podrá acceder a la Formación Básica. Los estudiantes hablan de "estrés y presión innecesarios" mientras que algunos docentes lamentan que la modificación fomentará el fracaso escolar y la competición entre los institutos de las comunidades.

"No sobran los años"

Los resultados de la evaluación contarán un 30% de la nota final, siendo el 70% restante las notas obtenidas durante todo el año. Si el alumno suspende y estudia una Formación Básica (de un año de duración), podrá, posteriormente, acceder a un Grado Medio o presentarse a la "reválida" varias veces, hasta conseguir aprobarla.

Para Cristina Peces, estudiante de pedagogía, no es algo tan simple. "Cada reválida se da a final de curso, lo que implica que ha de pasar un año entero para que esa persona pueda presentarse de nuevo. Y no nos sobran los años", añade. "Sólo se pueden cerrar puertas si se abren otras nuevas". Además, cree se están pidiendo resultados académicos continuamente, "presionando a los niños con que escojan desde pequeños lo que van a querer ser de mayores y, a la vez, cerrando puertas en cada paso que dan sin que se abran otras opciones nuevas".

Algo que también se plantean los futuros miembros de la enseñanza es el "estrés y la presión" que supondrá para el alumno un examen con una estructura similar a la de Selectividad -cinco troncales, dos opcionales y una específica, que no sea ni Educación Física ni Religión-, y que puede provocar en el estudiante una sensación de impotencia, forzándole a creerse inferior al resto de sus compañeros.

"La presión puede suponer que algunos desistan y crean que no valen para estudiar, incorporándose al mundo laboral directamente, sin plantearse otras opciones", opina Sara Miguel, estudiante de magisterio. "No se puede olvidar a quien pueda tener más dificultades o un problema circunstancial".

En cuanto a las preguntas, serán las comunidades autónomas las que decidan el temario y cómo exponerlo, algo que, para el sindicato de profesores ANPE, fomentará el "ranking" de institutos, competición con la que precisamente quiere acabar este nuevo decreto, haciendo llegar los resultados únicamente al colegio, sin publicarse en ningún soporte. "En el fondo, se juega con el prestigio de las comunidades y puede provocar que los exámenes se redacten en función de conseguir las notas más altas", cuenta Fermín Casado, presidente del sindicato. Cristina Peces coincide en ello, y añade que parece que lo se quiere es "hacer de nuestra educación una Eurocopa".

Marina Martín, que pasará a 4º de la ESO, cree que incrementará el abandono escolar. "En algunos casos, la gente abandonará por miedo a suspender el examen final".