Ángel García Prieto acaba de publicar un nuevo volumen sobre Portugal, en concreto apuesta por un libro de viajes de la zona del Miño.

-¿Cómo surge este nuevo libro de viajes titulado "La región del Minho. Viaje por los ríos donde nació Portugal"?

-Mi idea es hacer todo Portugal en distintos volúmenes. Con anterioridad han visto la luz un libro sobre el Tajo y otro sobre el Duero. El próximo año que quiero escribir un libro sobre la zona que está entre el Duero y el Tajo y dentro de dos años sobre el Alentejo bajo y el Algarve.

-En esta aventura literaria no está solo.

-Soy coautor con Fermín Rodríguez Gutiérrez, con quien ya trabajé en un libro sobre la Raya. Él es más reflexivo que yo y como es geógrafo analiza las cosas. La tercera firma es la de mi amigo Gonçalo Magalhães que colabora porque dirige una sección en los vinhos verdes, un capítulo fundamental para entender la zona del Miño. El libro está dividido en tres partes, la primera es la que escribo yo y es una descripción transparente, apenas una guía. La segunda parte versa sobre el vinho verde, fundamental en esta zona, mientras que a continuación Fermín analiza y realiza una crítica constructiva e incluso establece un paralelismo entre los personajes zamoranoleoneses y asturianos que han tenido importancia en la creación de Portugal.

-Ser dos autores y un colaborador ¿ha dificultado la confección del volumen?

-Cada uno ha hecho su parte y se distinguen perfectamente. Mi tarea ha sido un poco azuzar para que remitieran sus escritos. (Risas)

-Su propuesta intercala recorrido turístico con apuntes culturales.

-Quiero acercar al lector a los literatos de cada zona. De todos los que hago referencia he leído algo. También trato de sacar siempre una punta literaria porque es una manera de dar a conocer a autores portugueses pasados. En el libro aparece Queirós o Camilo Castelo Branco, dos ejemplos de la literatura universal portuguesa.

-Su interés por Portugal se debe a...

-A que soy zamorano, de la Raya. De niño mi primera excursión con el colegio, con unos diez años, fue a Braganza. Es un interés de siempre.

-Y ¿cómo comenzó a materializar este interés en libros?

-Escribir siempre me ha gustado. Colaboro con varios periódicos y hago reseñas literarias en una revista. El primer libro de viajes se me ocurrió porque me pareció algo interesante pues por mi faceta de psiquiatra he viajado mucho.

-El saber que va escribir sobre un lugar ¿le hace viajar con otros ojos?

-Por supuesto. Para el libro del año que viene que queda un par de lugares por visitar. Todas las poblaciones de las que hablo en mis libros los he visitado a lo largo de más de una docena de estancias en Portugal. A mayores me documento y miro por Internet. Los libros de viajes para mí son una satisfacción porque es una forma en la que ocupo mi tiempo libre.

-Hace unos meses recibió el premio de la tertulia Fado na tasca.

-Pertenezco a una asociación de fados de Asturias que organiza muchas actividades, lo que posibilita que tenga una gran convivencia con los fadistas que se asombran que a cientos de kilómetros de Lisboa haya gente que organiza una velada de fados. En uno de mis viajes a Lisboa fui con el presidente de la asociación y fuimos a una casa de fados donde se reúne la tertulia Fado na tasca de la mano de un amigo y cuando llegamos nos habían preparado una cena para otorgarnos, por sorpresa, el premio que nos ha hecho mucha ilusión porque son unas 50 personas muy preparadas en el mundo del fado.

-Y el fado vuelve a Zamora un año más de la mano de la Afonso Henriques.

-Me consta que la Fundación está mal económicamente y creo que su apoyo al fado es fundamental. Entre los fadistas el festival de Zamora es un referente porque han pasado más de 150 músicos del fado por la ciudad, que tiene un poso fadista. El fado es una música que emociona sin saber portugués, la letra suele ser una poesía existencia muy buena, conmueve.