La historia de Jaime Armenteros y Laura Hernández es la de muchos jóvenes que, tras quedarse uno de ellos en paro, decidieron emprender por su cuenta un negocio. "No teníamos experiencia ganadera. Es cierto que mis abuelos tuvieron animales en el ámbito doméstico, pero no nos lo habíamos planteado". Hasta que se decidieron a dar el paso.

Analizaron opciones de negocio y apostaron por abrir una explotación ganadera, en concreto una granja cunícola en integración con El Grupo Hermi. "Nosotros ponemos la explotación y la mano de obra; ellos nos ayudan con los proyectos, permisos, gestionando la compra de las instalaciones, incluso ayudándonos a gestionar la financiación de la inversión y, además, nos aportan los primeros animales, los veterinarios y los piensos", explica Laura, quien considera que la empresa vallisoletana fue clave para lanzarse a la "aventura".

Con apenas un año de producción a sus espaldas, todos los procesos se encuentran ya completamente automatizados: comida y agua para los conejos, recogida de basura o ventilación y luz de las naves. "Llevamos un control diario de todo, y a través de una centralita controlamos temperaturas, ventilación, luz, entre otras cuestiones y, a su vez, registramos mortalidades, pesos o necesidades de vacunas".

La iniciativa emprendedora de Jaime y Laura arrancó en enero de 2015, cuando recibieron las primeras conejas. Seis meses después ya vendían su producción. Cada animal, explica Laura, se gesta por inseminación y, tras un ciclo de 42 días, el peso con el que salen al mercado es de unos 2,3 kilos, a partir de conejas inseminadas con un peso aproximado de 15,7 kilos. En cada "hornada" se producen 12.000 conejos o más. La inversión fue importante, por lo que se busca la máxima productividad con el menor desgaste. En la actualidad a esta pareja hay que sumar otro trabajador en nómina.

Jaime Armenteros y Laura Hernández contaron con la colaboración de Iberaval para que la empresa echara a andar. Sobre su experiencia con Iberaval, Laura señala que "he encontrado el apoyo que necesitaba para sacarlo adelante. Si no, de ninguna manera habría sido posible" y alude a la "profesionalidad de la delegación de esta sociedad de garantía en Zamora. El trato fue muy bueno, y además los procedimientos, al ser muy metódicos, como a mí me gustan, me resultaron muy fáciles". Asimismo, tiene palabras amables para Hermi, dado que el contrato de integración que mantienen con esta empresa se ha planteado largo plazo, lo que asegura, "nos da mucha tranquilidad".

Durante 2016, el importe medio de las operaciones tramitadas por Iberaval en la provincia de Zamora se sitúa en 91.600 euros, y el plazo de devolución en casi siete años. "Con esos importes y esos plazos, una familia puede mantener abierto su negocio, su proyecto de vida", asegura la propia compañía. De hecho, en la actualidad, Iberaval mantiene abiertas 1.020 operaciones en Zamora con un importe total de 39,78 millones de euros. Sólo en lo que va de año (hasta el cierre de junio) ha apoyado con 4,8 millones de euros a decenas de empresas y autónomos, llegando a formalizar 138 avales.

Históricamente, en Zamora se han logrado poner en marcha, con el apoyo de Iberaval, un total de 39.830 operaciones por un valor de 423 millones de euros, lo que supone miles de iniciativas viables respaldadas. "Iberaval forma parte de la cultura de financiación de muchas pymes de la provincia, pero tenemos capacidad de apoyar a muchas más, porque la solvencia de esta sociedad de garantía es elevada", argumenta el director de Iberaval en Zamora, José Luis Álvarez, quien recuerda que la oficina de la entidad se sitúa en la calle Cortinas de San Miguel y que "mantenemos activos convenios con las distintas entidades, con bajos tipos, bonificados en algunos casos, que permiten una financiación adecuada tanto para proyectos de inversión, como para circulante".

En estos momentos, la colaboración de Iberaval es decisiva para el mantenimiento de más de 3.300 empleos en la provincia, de los cuales casi un 90% son indefinidos. Por sectores, los que mayor actividad han acumulado en la operativa de Iberaval a lo largo de la primera mitad del año han sido el comercio (28%) y el primario (24%), seguidos por la industria y los servicios, ambos con el 13% de los expedientes.