Las entidades financieras ya han empezado a cancelar las cuentas que fueron bloqueadas hace más de un año porque los clientes no presentaron su DNI. La exigencia, que tuvo como consecuencia grandes colas en las oficinas bancarias, era parte de la normativa contra el blanqueo de capitales y afectaba a los clientes más antiguos, aquellos que abrieron una cuenta bancaria sin necesidad de que el banco se quedara con una copia de su documento de identidad. La segunda fase de la operación, según confirman fuentes del sector, se inició hace ya unas semanas y consiste en la cancelación de las cuentas que antes estaban bloqueadas. No hay cifras oficiales, pero integrantes del sector aseguraron en su día que alrededor de cinco mil cuentas bancarias en Zamora tenían el serio riesgo de ser bloqueadas y que la mayoría corrieron esa suerte.

Aunque las cuentas llevan ya bloqueadas más de un año, lo cierto es que las entidades financieras no han dejado de intentar ponerse en contacto durante este tiempo con las personas afectadas. El proceso que ahora se abre es más complejo. Para una cuenta bloqueada, el cliente no tenía más que acudir a su oficina bancaria para presentar el Documento Nacional de Identidad y hacer que la cuenta volviera a estar operativa. Ahora la cuenta está cerrada y el dinero que hubiera en ella pasa a ser custodiado por el banco, aseguran fuentes financieras.

Los clientes fallecidos y los inmigrantes que retornaron a sus países de origen componen el retrato robot de los afectados. El banco, recuerdan desde el sector, necesita tener un documento oficial que indica que el cliente ha fallecido para pasar a anular su cuenta y que el dinero pase a manos de los herederos. Sin este documento, es como si el cliente todavía viviese, al menos en lo que a sus cuentas bancarias se refiere. No obstante, en la mayoría de los casos se trata de cantidades simbólicas e incluso "hay algunos descubiertos". Los inmigrantes que retornaron a sus países de origen también dejaron en muchas ocasiones cuentas abiertas aunque, al igual que pasa en el primer caso, las cantidades son escasas. Incluso hay cuentas que no tienen dinero ya que los clientes bancarios lo sacaron antes de abandonarlas, pero que no han sido oficialmente cerradas.

Los bancos, aseguran fuentes económicas, no han cerrado todas las cuentas a la vez. El proceso se está llevando a cabo por plazos, previo intento de localizar al afectado por esta situación. Las primeras cuentas en cancelarse fueron las que tenían descubiertos y que llevaban ya tiempo inactivas. Después se ha procedido con las que tienen saldo cero y a partir de ahí se ha ido subiendo. "Se ha elevado el listón y ya se actúa con cuentas que están por encima de los mil euros", aseguran desde una gran entidad bancaria al diario económico Cinco Días.

El proceso, sin embargo, es lento. Algunas de las cuentas que tienen que ser cerradas tienen productos asociados, lo que hace el proceso mucho más complejo. Seguros, valores o planes de pensiones componen, la mayoría de ellos sin saldo, componen este especial escenario. Estas cuentas no pueden ser canceladas masivamente ni a través de sistemas informáticos, lo que hace el procedimiento más "artesanal".

Los clientes afectados todavía pueden recuperar su dinero, aunque los trámites son más complejos que hasta ahora, cuando simplemente servía con presentar el DNI -aunque fuera con retraso- en las sucursales bancarias. "El dinero que hubiera en la cuenta no se pierde de un día para otro", aseguran fuentes del sector en Zamora. Los bancos están obligados a mantener los saldos intactos durante un periodo de veinte años y, si en ese lapso de tiempo nadie lo reclama, la cantidad en cuestión pasa al Ministerio de Hacienda. "Las cantidades quedan anotadas en los libros de la entidad asociadas a su dueño, al que se le devuelven previo proceso de identificación, obviamente", aseguran las mismas fuentes.