José Ignacio Petit afronta en los próximos días el arranque de dos proyectos, por un lado el primer concierto de un nuevo colectivo musical que irrumpe en el panorama capitalino y el inicio de la III edición del certamen internacional de Bandas de Música "Armónico", por primera vez en la ciudad de Toro.

-Capitanea un nuevo proyecto musical que en unos días ofrece su primer concierto.

-Hemos creado la Orquesta de Vientos de Zamora. Nace por las inquietudes personales de un grupo de chicos y chicas que no tocaban en ninguno de los dos colectivos musicales ahora existentes, aunque es verdad que cinco de ellos lo hacía o en uno o en otro. El motivo principal es ver la ilusión que tienen por conseguir objetivos satisfactorios, a través del esfuerzo, compañerismo y compromiso. Su ilusión es mi alimento y viceversa.

-¿Cuál es el perfil del integrante?

-Hay personas que ya han acabado la carrera superior, otras que han concluido el profesional y un porcentaje muy pequeño es de amateurs. Nuestro objetivo es que cada vez que nos subamos a un escenario bajemos con la satisfacción de que, dentro de nuestras posibilidades, hemos sido capaces de emocionar, disfrutar y obtener un resultado digno. No tenemos grandes pretensiones ni queremos tener una agenda repleta de conciertos. Queremos realizar proyectos pero con mucha calma. Ensayamos en el Conservatorio de Música porque un porcentaje de miembros ha estudiado o estudia en el centro.

-¿Exige dedicación exclusiva?

-Habitualmente quien pertenece a una banda o a un coro no forma parte de otro. Si juegas en el Real Madrid, no lo haces en otro club. Desde mi punto de vista es lo mejor porque puede coincidir en una misma fecha conciertos de los dos colectivos.

-¿Han contactado con la orquesta desde instituciones y desde cofradías de Semana Santa?

-Ya alguna institución nos han pedido hacer un concierto y desde un colectivo se han puesto en contacto para pedirnos la colaboración para realizar un concierto solidario, pero repito, vamos caminando... De manera directa desde ninguna cofradía se han puesto en contacto, si lo hacen en el futuro, se valorará.

-¿Será fácil la convivencia de las tres bandas en la ciudad?

-Creo que la convivencia en las bandas o coros se basa en el respecto, mientras que lo haya no tiene que existir ningún problema. Además, es bueno que haya variedad. Son tres bandas de música cuyo objetivo común es tocar un instrumento, pero los objetivos personales pueden ser diferentes, por tanto habiendo variedad, cada uno puede elegir dónde quiere o puede estar.

-¿Por qué el debut el próximo día 29 en el Teatro Latorre de Toro?

-Anteriormente intenté poner en marcha un Wind Ensemble de Pro Artis que tuviera un nivel alto, pero no he sido capaz de que viera la luz. La puesta en marcha de la tercera edición del Festival Armónico nos parece que es un buen marco para presentarla. Vamos a tocar "Historia de una dama. Música para una reina", una obra corta, de 22 minutos de duración, que va acompañado de un artista que pintará el retrato de Juana la Loca, que será Carlos Adeba, e interviene un narrador, función que hará Ana Pedrero. Hemos optado por esa obra porque al tratarse del inicio de un concurso con participación de 14 formaciones era un momento adecuado para promocionar la música que se hace en Zamora.

-¿A qué obedece el traslado desde Zamora, sede de las dos primeras ediciones, a Toro?

-El cambio se debe a que el Ayuntamiento de Zamora consideró que era un evento que no interesara a la ciudad, según ellos sin repercusión turística ni cultural. Sin embargo el Ayuntamiento de Toro nos acogió con una gran predisposición. Nuestra idea es seguir donde se nos apoye, si la siguiente edición contamos con el apoyo de Toro, seguiremos en Toro.

-¿Se ha sentido maltratado por el actual equipo de Gobierno capitalino?

-He sentido que a ellos no les ha servido para nada los años que he dedicado a todo lo que está relacionado con la música de bandas en la ciudad. He sentido falta de confianza en los proyectos que he presentado. Cometo muchos errores, pero he conseguido sacar adelante muchos proyectos. He sentido que ser amigo de Rosa Valdeón, independientemente de su puesto político actual, me ha pasado factura, pero nadie elige a mis amigos.

-Hace unos meses el Consejero de Educación, Fernando Rey, aseguró que el futuro del Conservatorio, si se opta por un edificio de nueva construcción o se prepara un inmueble existente, se decidirá este año. Desde su punto de vista, ¿qué características mínimas debería de presentar?

-Si optan por un edificio que ya esté construido lo más importante es que acústicamente funcione para que se pueda desarrollar el trabajo musical dignamente. Otro problema es el aparcamiento. Tenemos la costumbre de ir en coche a todos los sitios, de ahí que si fuera céntrico mucho mejor pero yo no primaría la ubicación. El mejor lugar sería aprovechar el agujero del fallido Palacio de Congresos porque hay muchos metros cuadrados, se pueden hacer muchas cosas y al lado hay un teatro con un aforo para un millar de personas que es espectacular. Si a mí me dieran elegir optaría por ese punto que está cerca de la ciudad.

-Desde quienes lideran las instituciones y también la población ¿aprecia el trabajo de un músico que se sube a un escenario a tocar?

-Es complicado porque España es un país con un disfraz cultural. En una entrevista al que es actual director de la Filarmónica de Berlín. Simon Rattle, británico, decía que en su país los políticos acuden a los conciertos por obligación y sin embargo en Alemania lo hacen por gusto. En el fondo es un problema cultural porque en este país desde pequeños no se da importancia a la música. Para que un niño que llegue a ministro de Cultura o los padres de un menor que estudia música puedan valorar el esfuerzo que supone ser profesional de la música hay que conocer y para tener un público que valore, tendríamos que tener otra sociedad.

-Esa carencia de apreciación social de la música ¿afecta a la matriculación en el Conservatorio?

-No, aunque sí es verdad que hay un descenso de alumnos como sucede en todos los conservatorios profesionales a nivel nacional. El curriculum de enseñanza en los conservatorios es un fracaso. En 5º y 6º de Profesional se junta con ocho y nueve asignaturas que en muchos casos les coincide a los chicos con 1 y 2º de Bachillerato. No puedes pretender que un chico que está en 2º de Bachillerato tenga diez asignaturas adicionales. El sistema no funciona. Hay en varios lugares lo que se denominan centros integrados, donde en un mismo edificio está el instituto y el Conservatorio, de tal forma que sale que el alumno sale de clase de matemáticas y se va a trompeta.

-Usted aboga por la creación del nuevo conservatorio en el agujero del palacio de congreso que está al lado del IES Universidad Laboral. ¿Debería apostarse por crear un centro integrado en Zamora?

-Se debería y los padres deberían tomar conciencia y luchar para que en Zamora haya un centro integrado. Ayudaría mucho a los chicos que acabarían sus clases a primera hora de la tarde y tendrían luego tiempo para estudiar con tranquilidad.

-¿Hay músicos suficientes para que tres colectivos en la ciudad?

-La banda de Nacor desde su creación cuenta con músicos que no pertenecen al colectivo cuando quieren dar un concierto y la Banda de Música de Zamora tiene que contar con personas que no pertenecen a ella y este nuevo colectivo también lo hará. La conclusión que sacamos es que en la ciudad hay ciertas especialidades musicales en las que no hay gente.

-¿Cuál?

-Tenemos un gran problema con las tubas. Es una ciudad en la que no hay tubas pues en el conservatorio hay un par de alumnos de este instrumento y una banda de unas 50 personas necesita para sonar bien, al menos, tres tubas. El que no cuaje un instrumento a veces es porque, quizá, se piensa que es un armatoste. El niño cuando empieza a estudiar suele optar por tocar la flauta o la trompeta, es una cuestión cultural.

-¿El coste de los instrumentos está frenando su estudio?

-Puede influir. Un fagot de estudio puede costar de 3.500 a 5.000 euros y una flauta unos 1.000 euros de ahí que en el conservatorio contemos con ciertos instrumentos para el estudio de los alumnos.