Como una propuesta "refrescante" en las noches calidad de verano. Así se presentó el Festival de cuentos eróticos en su primera edición. Hoy cinco años después, en una ubicación nueva y con pequeños cambios se celebra con la misma esencia. En esta actividad, narradores con años de experiencia hacen a los asistentes viajar al mundo de los cuentos y vivir aventuras divertidas, picantes y sensuales. Las noches de los viernes de julio están protagonizadas por el humor, el erotismo y la ironía. En su tercera sesión, anoche, la zamorana Charo Jaular hizo a los espectadores explorar distintos lugares sin moverse de la ciudad. La narradora repitió en el Festival y se llevó de nuevo una grata experiencia en su hogar.

-¿Cómo se encuentra la profesión del cuentacuentos en la actualidad?

-Comenzaré por decir que prefiero que me llamen "narradora de historias". En cuanto al oficio de narrar en mi sentir después de los tiempos de recortes en los que hemos sufrido, ha sido doloroso ver como compañeros y compañeras han tenido que dejar el oficio y muchos espacios en los que se programaban, bajaban cachés e incluso abandonaban el programar actuaciones. A pesar de esto, en estos últimos tiempos, personalmente he vivido un nuevo renacer y por todo ello doy gracias.

-¿Qué papel tienen los cuentos en la vida del ser humano?

-Yo cuento para conmover, para mover emociones, para imaginar, para crear, para sentir que un nuevo mundo es posible, cuento para honrar y para tratar de entender nuestra historia como seres humanos... Creo que es una buena hoja de ruta para ponerse en camino.

-Zamora acoge la V edición del Festival de cuentos eróticos, ¿cómo ve usted esta iniciativa para un lugar como Zamora?

-Estoy muy orgullosa de que en mi ciudad se mimen los cuentos y este festival sea referente en toda España, ya que, evocar imágenes y alimentarnos de creatividad, sensualidad, erotismo, ternura y fantasías hace que una ciudad se llene de aire fresco.

-¿Somos los zamoranos un público receptivo a los cuentos?

-Al público cómplice, los narradores lo llamamos "público oreja" y sin duda el público que acude a los cuentos en Zamora lo es. En la ciudad se llevan programando cuentos por parte de las instituciones públicas como Ayuntamiento, bibliotecas o el Museo Etnográfico, y espacios privados, centros infantiles y para adultos, como el Avalon café, desde hace ya muchos años. Esa constancia se hace evidente en el respeto y la emoción con la que se escucha en mi "bella Zamora".

-Usted repite en el Festival, ya participó en él en su primera edición en el año 2012. ¿Cómo es su experiencia cuándo actúa en su tierra?

-Desde que Cándido Producciones Teatrales, empresa organizadora del evento, me llamó, no hago más que coger aire y suspirar profundo. Para mí es una alegría inmensa poder compartir escucha e historias con mi gente. Yo, que a todos los lugares que voy nombro mis orígenes zamoranos, cuando cuento, pisar mis raíces es un motivo más para enraizarte y dar gracias.

-¿Qué se encontraron aquellos que se animaron a acudir a su espectáculo?

-Aquellos que desearon ir, disfrutaron de un viaje de interiores, cada uno regresó a sus inicios, al recuerdo de los primeros pasos en su propia sensualidad. También realizaron en él un viaje con la tribu en el que fuimos a recorrer Arabia, Japón y tierras escocesas, donde los protagonistas, hombres y mujeres, buscaron con curiosidad y humor el placer en sus encuentros y desencuentros.

-¿Cómo plantea una actuación cuando es para niños y cuando es para adultos?

-Siempre busco el sorprender y el hacerlo desde el corazón, cuando los mayores dejan aflorar sus niños y niñas interiores es todo mucho más fácil porque, en la escucha está también el juego y jugar juntos es toda una oportunidad...

-¿Cuáles son sus planes para un futuro próximo?

-Mis planes son continuar haciendo un buen trabajo y siempre con mucho amor.