El tradicional mercadillo ambulante que se instala en diversos barrios de la capital los domingos, con puestos en los que se puede adquirir objetos de todo tipo de segunda mano, se instaló ayer en el plaza de Viriato, en el perímetro de la céntrica zona de la capital. Los coleccionistas de curiosidades pudieron observar algunas, muchas típicas de otras décadas, así como adornos, menaje del hogar, juegos infantiles, entre otros artículos que llamaron la atención de los numerosos viandantes, aunque no todos se llevaran algo a casa.