Durante una hora y media los magistrados de la Audiencia Provincial escucharon a los abogados de los cuatro imputados, al de los trabajadores de Central de Ventas Carbayo, que solicitaban la nulidad de las pruebas derivadas de las escuchas telefónicas que se efectuaron durante la investigación, que afecta a comunicaciones entre los acusados y sus abogados; y de las conseguidas en los registros, que sostienen que se efectuaron sin la presencia del letrado de la Administración de Justicia. Asimismo, alegaron dilaciones indebidas en la instrucción, ya que han transcurrido nueve años desde que tuviera lugar la apertura de las diligencias judiciales. No obstante, los numerosos recursos que fueron presentando las partes habrían influido en el alargamiento de la instrucción, indicaron fuentes próximas al caso.

Los magistrados suspendieron el juicio para deliberar sobre estas cuestiones previas y decidir sobre la continuidad del mismo o sus suspensión, contra la que se posicionó la Fiscalía Provincial y algunos de los letrados, entre ellos el que defiende los intereses de los trabajadores, perjudicados al no poder cobrar sus nóminas por la quiebra de la ferretería benaventana.

Finalmente, será en la sentencia en la que los magistrados decidan sobre las cuestiones planteadas, con lo que la sesión se reanudó pasadas las 12.30 horas con el interrogatorio de los procesados. Hoy prosigue con los testigos propuestos por las partes.