Satisfecho con la gran acogida de la campaña "Mójate por la esclerosis múltiple", el presidente de Azdem, Andrés Campos, repasa las principales trabas con las que se enfrentan estos enfermos y apuesta por una ayuda que tiene en cuenta no solo a los pacientes, sino también a sus familiares.

-La esclerosis múltiple, ¿es una enfermedad ya conocida o todavía necesita campañas como esta para concienciar a la sociedad?

-Cada vez se va conociendo más, gracias en parte a este tipo de iniciativas que tienen además tanta repercusión en los medios. Evidentemente, no es que no sea una enfermedad conocida, pero hasta que no tienes una persona muy cercana a la que desgraciadamente le toque sufrir la enfermedad, quizá la gente no se implique tanto. Quien tiene un familiar o la sufre, se implica más, evidentemente. Pero creo que ha dejado de ser una enfermedad desconocida.

-¿Funcionan bien este tipo de iniciativas deportivas para dar a conocer la asociación y concienciar a la sociedad?

-El deporte siempre es una buena alternativa. Pensamos que la actividad física es buena para todos y además una de las recetas que podemos extender a los pacientes es un medicamento que vale para todo y que llamamos el "pocosofá", que vale para todos y lo tienen todos los laboratorio. Eso sí se puede recetar: hacer actividades física, relacionarse con los amigos, salir con ellos? Algo bueno que tiene este tipo de eventos es el mantenerse en forma de alguna manera. Es la receta que podemos dar, el resto tienen que extenderla los profesionales.

-¿Qué labor desarrolla la asociación zamorana?

-Nuestro cometido es intentar que la gente sea lo más independiente posible durante el máximo tiempo. Es una enfermedad que, desgraciadamente, es progresiva y afecta normalmente es a personas jóvenes, de entre 35 y 50 años. Los servicios que podemos dar nosotros en la asociación son de fisioterapia en rehabilitación y también en logopedias, además de psicólogo, tanto a nivel particular a los enfermos como a nivel más global, con las familias.

-¿Hasta dónde abarca esas ayudas?

-Hacemos una atención global tanto a los enfermos de la capital como a los de los alrededores de la ciudad, dentro de nuestras posibilidades, como Moraleja o Villaralbo. Tenemos transporte adaptado para traer a la asociación a las personas que no pueden desplazarse e intentamos hacerles un poco la vida más fácil.

-¿También se tiene en cuenta a los familiares en esas labores de ayuda?

-Consideramos a la familia muy importante, porque también sufre la enfermedad. Sobre todo les damos apoyo psicológico, pero también informativo, para que sepan todas las novedades que recibimos desde la federación nacional en cuestión de tratamientos o de solicitud de ayudas públicas.

-¿Cuánto tiempo lleva la asociación en marcha?

-Precisamente en octubre de este año haremos 20 años, así que ya somos veteranos. Estamos comenzando a trabajar hacer algo para celebrarlo. La asociación da servicio a alrededor de sesenta personas, semanalmente, porque hacemos turnos de fisioterapia y no todos vienen a los servicios cada día. Después hay personas que, sin ser enfermos o familiares, también colaboran con nosotros. Somos alrededor de 150 socios.

-¿Son suficientes las ayudas en la actualidad?

-Como en todas la asociaciones, los recortes han llegado y hay que adaptarse. Con estas iniciativas salvamos un poco las necesidades y con los recursos que tenemos seguimos trabajando. Esperemos que hay recuperación, que sea para todos y que sea pronto.