Los mayores de 45 años sin empleo tienen claro dónde están sus limitaciones. Según el estudio, el 85% de los afectados considera que la edad es lo que más les perjudica, por encima de la difícil situación económica. De hecho, existen importantes prejuicios en el seno de las empresas que lastran las oportunidades laborales de estos desempleados. Entre ellas destaca que el mayor de 45 años estará sobrecualificado y exigirá contratos más estables y una mejor remuneración. Además, estará menos preparado que el joven, menos familiarizado con las nuevas tecnologías y le costará más interiorizar la dinámica del puesto. Por último, muchas empresas consideran que estas personas serán "menos flexibles" para hacer horas extra o viajar.

Todas estas creencias esterotipadas, según el estudio de Adecco, "pesan mucho en los procesos de selección, dificultando el acceso de estas personas a las empresas".