Veintinueve zamoranos necesitaron el pasado verano asistencia sanitaria por culpa del calor, según indica el último informe elaborado por la Consejería de Sanidad. El rango de edad de los 65 a los 85 años es el que más sufrió los problemas derivados del calor durante el pasado verano en la provincia. Lo más frecuente es sufrir un golpe de calor o insolación, caso en el que se encontraban cerca del 69% de los afectados. También se dieron, aunque en menor medida, síncopes o colapsos por calor, agotamiento por calor, tanto anhidrótico (por falta de sudoración) por depleción salina (pérdida de sales) u otras causas o bien fatigas transitorias. En casi la mitad de los casos se comunicó una causa favorecedora y en esa relación destaca la exposición prolongada a temperaturas elevadas como la más frecuente, seguida de la actividad laboral y la actividad lúdico/deportiva. En el 10,8% de los pacientes no se notificó ninguna causa favorecedora y en el 40,8% se desconocía esta circunstancia. Por tanto parece claro que protegerse del sol y evitar esfuerzos tanto laborales como deportivos en las horas de más calor es fundamental para procurar evitar problemas de salud. En Zamora no se registró un repunte de la mortalidad anormal como consecuencia del calor veraniego, cosa que sí se detectó en Ávila, Palencia o Valladolid. La exposición a temperaturas elevadas produce efectos directos sobre el organismo, desde ligeras molestias al golpe de calor que puede evolucionar a cuadros más graves a descompensaciones de las enfermedades crónicas, como las cardiovasculares o las renales.