Un joven entró en la nave propiedad de su tío para llevarse un ordenador y unas llaves del domicilio de su familiar, con las que entraría con posterioridad para cometer otro robo, por lo que la Fiscalía Provincial le acusaba de un delito de hurto y otro de robo en casa habitada. La adicción a las drogas que sufría cuando cometió las infracciones penales le han permitido beneficiarse de la reducción de las penas de prisión que exigía el Ministerio Público y que se han quedado en año y medio de reclusión, tras el acuerdo alcanzado en el Juzgado de lo Penal antes de celebrarse el juicio. El otro joven procesado en la causa, por un delito de receptación, la compra de un objeto a sabiendas de que era robado, también se conformó con la pena que le exigió la Fiscalía, que se rebajó hasta los seis meses de prisión. Ninguno de los dos encausados entrará en la cárcel.