Una semana -que termina el próximo martes- es el plazo otorgado por el Ayuntamiento de Zamora a los propietarios del edificio ubicado en la confluencia de las calles La Feria y San Bartolomé para su demolición, después de los derrumbes registrados en la madrugada del pasado martes. El alcalde de Zamora, Francisco Guarido, firmó el pasado día 5 con carácter de urgencia el decreto para que sean los propietarios, en primera instancia, los encargados de las obras. No obstante, y al ser cuatro los titulares del inmueble, el Ayuntamiento se ha puesto en las últimas horas en contacto con todos ellos para que consensúen una solución y ejecuten el derrumbe ante el peligro inminente para la seguridad pública.

Mientras tanto, la calle permanece cortada al tráfico rodado y peatonal con los consiguientes perjuicios para los comerciantes de la zona, que congrega a un buen número de tiendas y establecimientos en solo unos metros. En este sentido, el alcalde de Zamora comprende las quejas, "pero la seguridad está por encima de todo, si bien entendemos el malestar del sector", esgrime Francisco Guarido. Así, la vía seguirá cerrada al tránsito hasta que el edificio sea demolido y la calle restablezca su normalidad con las correspondientes garantías de seguridad para vehículos y viandantes.

En cualquier caso, el alcalde se compromete a "agilizar al máximo" el proceso de demolición sin olvidar que el Ayuntamiento puede iniciar con carácter subsidiario los trabajos de derribo de lo que queda del inmueble si los propietarios no ejecutan la obra o si deciden encomendarles la labor a la institución municipal.

La existencia de cuatro partes implicadas, por una parte, y la residencia de alguno de ellos fuera de Zamora, por otra, hace más difícil el acuerdo de todos los titulares. Este aspecto es el que hace inclinar la balanza a que sea el Ayuntamiento el responsable subsidiario de ejecutar el derrumbe. En ese caso, todo apunta a que la solución se impondría antes incluso de los siete días estipulados por el decreto de Alcaldía.

Los primeros desprendimientos tuvieron lugar el pasado lunes, con una intervención inicial de los bomberos de Zamora que, en un principio, parecía mínima y que no revestía gravedad. Sin embargo, horas después, en torno a las 4 de la madrugada, parte del edificio cayó y obligó a la Policía Municipal a cortar el tráfico de vehículos procedente de la zona de la Plaza Mayor por la Costanilla, que se desvían por la calle del Riego hacia la calle de Sancho IV.

La fachada afectada corresponde al inmueble del número 2 de la calle de San Bartolomé que forma esquina con la calle de la Feria, en cuya fachada se ha producido la caída.