Destacó entre más de doscientos proyectos llegados de toda España y se alzó con un meritorio cuarto premio. La zamorana Marta Silva Vicente ha sido una de las galardonadas en la primera edición del Concurso Antalia Decora para fomentar el espíritu innovador de jóvenes creadores sobre la mejor solución para construir un espacio expositivo en el que se debían reflejar los valores, productos e imagen de la marca de cocina Antalia, ya estuviera dentro de una tienda, de un centro comercial o de una feria del sector.

"Mi propuesta fue un stand con tres partes: la cocina, que para mí se convirtió en protagonista y fue lo más visual; un punto de información, donde se pudieran reunir con los clientes interesados en sus diseños y una tercera parte para ubicar sus productos gourmet, desde aceite hasta algas y cervezas", enumera la zamorana, quien considera que presentó una propuesta donde intentó integrar todas las partes. "Era muy sencillo y lineal, un módulo que se repetía, con unas lamas de madera que envolvían todo el módulo y con un mismo acabado, en formica, que la encimera. También está incluido el logo de la firma en el suelo, marcando el camino hacia el punto de información", describe sobre el proyecto que le ha otorgado el cuarto premio, donde la formica y la madera son realmente los únicos dos materiales protagonistas.

En este concurso han participado estudiantes de tercer y cuarto curso de grado en Diseño de Interiores, enseñanzas artísticas superiores de Diseño de Interiores, grado en Arquitectura de Interiores y alumnos matriculados en máster de Diseño de Interiores de todo el país.

En el caso de la zamorana, tras finalizar sus estudios de Arquitectura Técnica en la Escuela Politécnica de Zamora, decidió completar su formación con un área que le apasiona, la del diseño de interiores, que está finalizando en la Escuela de Arte y Superior de Diseño de la capital. De hecho, el germen de su participación en este concurso nacional nació gracias a una de las asignaturas que cursó este año. "La propuesta se incluyó como ejercicio de la asignatura de Proyectos de Diseño de Interiores III, que se imparte en el primer semestre del tercer curso", apunta la profesora Amparo Fernández, jefa de estudios y responsable de las Enseñanzas Artísticas Superiores.

"Parte de esta asignatura estuvo dedicada a realizar el proyecto en clase, con las correspondientes correcciones de los profesores. Luego, para rematarlo, estuvimos más libres y ahí fue el momento de añadir la memoria, por ejemplo. Mis compañeros tuvieron el apoyo de otra asignatura para mejorar la imagen del proyecto, pero yo tuve que irme a realizar mi periodo de prácticas", relata la ganadora.

Se inscribieron un total de 278 personas -algunas en solitario, otras en equipo- de 39 centros y 22 provincias diferentes y finalmente se presentaron 138 proyectos de 204 estudiantes. "Diez fueron los finalistas seleccionados, elegidos tras un primer corte de 75 proyectos, que fueron quienes acudieron a la entrega de premios en Madrid", añade Fernández.

Para Marta Silva, aunque el premio material conseguido es importante "lo es más el hecho de que en el acto de la entrega de los galardones nos anunciaran que habían incluido a todos los finalistas en una bolsa de empleo, porque suelen recibir muchas llamadas de estudios pidiendo gente para trabajar. Creo que no hay mejor premio que ese", considera.

A punto de finalizar el grado de Diseño de Interiores con 28 años, en la actualidad Marta Silva Vicente desarrolla sus prácticas en un estudio de arquitectura de Barcelona. "Es una ciudad donde se cuida mucho el diseño y eso se nota, cualquier tienda de barrio tiene hasta el último detalle", describe. "En ese sentido, Barcelona es una gozada, porque le otorga importancia al diseñador, cuando hasta hace pocos años no era una figura tan destacada o ni siquiera existía en los estudios de arquitectura", recuerda.