Lo anticipaba hace un mes con motivo de su presencia en Zamora para actuar en la Noche Flamenca del mes de mayo, ante las numerosas peticiones que abogaban por su pronto regreso. Volverán para ilustrar la misa del XLVI Festival Flamenco de Zamora. Y ese día ha llegado.

Antes, insistir nuevamente sobre lo que ya se ha puesto de manifiesto en diversos medios periodísticos. Este año al ser la misa el día 24, festividad de San Juan Bautista, coincidiendo con la también magnífica y esperada Misa Castellana en la catedral, se retrasa la hora hasta las nueve y media, por una parte, y por la otra se hará una extensa ilustración musical flamenca sobre los apartados fundamentales de la celebración eucarística.

Juan Pinilla nace en Huétor- Tájar el 2 de enero de 1981 afincándose desde muy joven en la capital granadina. Pese a su corta edad es hombre polifacético, culto, educado y excepcional artista. Crítico, investigador, escritor y columnista en medios de comunicación social, prensa, radio y televisión. Ha cursado estudios universitarios de Traducción e Interpretación, encontrándose actualmente haciendo Derecho. Persona afable, sensible, comprometido ante el sufrimiento y cordial donde los haya. Finalmente, como digo, es un excepcional artista en el panorama flamenco presente. No solo, que también, por la obtención de los numerosos premios conseguidos -entre los que cabe destacar la Lámpara Minera de 2007 o la nominación a los Premios Grammy Latinos en el 2014-. Es excepcional por la madurez, el respeto y también el cariño con que ama, afronta e interpreta el flamenco. Además, por la profundidad de sus conocimientos y por la valentía que exhibe al rescatar y poner en recirculación palos y estilos en desuso o casi en desuso. A lo que cabe añadir su compromiso organizacional con varias peñas flamencas de su tierra. Se puede afirmar con rotundidad que Pinilla es uno -por no decir el primero- de los cantaores más enciclopédicos de la actualidad. Por todo ello siempre es, y será, un lujo tenerlo por estas tierras.

Le acompañará su guitarrista habitual, el joven tocaor almeriense de veinticuatro años David Caro, que no desmerece para nada ante la sapiencia y calado de Juan Pinilla.