Fueron los monitores del programa Madrugadores, a las 7:30 horas de la mañana, quienes se percataron de que alguien había entrado de noche en el colegio. El centro Juan XXIII amanecía ayer con una de las puertas forzadas -la que da a un patio interior, sin acceso a la calle- y con diversos destrozos en su interior. "Son sobre todo cerraduras rotas, unas siete puertas destrozadas de diferentes despachos y paredes de pladur con golpes", enumeraba el director del centro, Ángel Junquera.

El botín de los ladrones asciende a 500 euros, el dinero que se encontraron en un armario de uno de los despachos, destinado a gastos corrientes. "No solemos tener mucho dinero en efectivo en el colegio, porque funcionamos más con cheques y similares. Ese dinero era para los pequeños gastos que puedan surgir en el día a día", explicaba el director del colegio.

Pero los ladrones intentaron que esta cantidad fuera mayor, ya que se llevaron una caja fuerte que estaba empotrada en la pared de una de las salas. Una carga de la que no obtendrían ninguna recompensa ya que, como el propio director explicaba, en su interior no había dinero.

Recuento de daños

Los responsables del centro tendrán que hacer ahora recuento de todos los destrozos para iniciar los trabajos de arreglo. "Se tratará sobre todo de labores de carpintería y albañilería, además de llamar al cerrajero para que sustituya todas las cerraduras de las puertas destrozadas", resumía el director del colegio.