Al menos cuatro zamoranos, tres en la capital y uno en Benavente, padecen la denominada "cefalea del suicidio". Se trata del síndrome de Horton o cefalea en racimos que provoca el dolor más intenso soportable sin perder la consciencia, de ahí que los padecen la dolencia la llamen "la bestia", porque su dolor "es animal".

El colectivo ha logrado poner en marcha el Día Internacional de la Cefalea en Racimos -21 de marzo- y la celebración del primer congreso sobre la enfermedad, celebrado en Madrid gracias a la Asociación de Cefalea en Racimos Ayuda ACRA, un colectivo que lucha por la investigación y tiende una mano a las personas que sufren esta enfermedad.

"Hacer visible lo invisible"

El lema del colectivo es "hacer visible lo invisible" para dar a conocer la dolencia. El tiempo medio que transcurre desde el inicio de los primeros síntomas hasta el diagnóstico es de cinco años y solo un 15% de los pacientes es diagnosticado en su primera visita al médico, ya que un 57% recibe el resultado equivocado. El dolor puede afectar a la cabeza, ojo, cuello, nariz y sien. Muchas veces es mal diagnosticada como migraña, dolor dental, cefalea tensional e incluso cuadros psiquiátricos "que hacen padecer un sufrimiento inútil al enfermo", explican desde la asociación. El oxígeno es el abortivo más eficaz pero solo dos de cada diez lo tienen en su domicilio prescrito por la Seguridad Social.