Araceli Boraita Pérez es la jefe de Cardiología del Centro de Medicina del Deporte de la Agencia Española de la Salud en el Deporte (hasta hace poco del Consejo Superior de Deportes), y participó ayer en la Semana Médica del Colegio de Médicos de Zamora. Por la mano de Boraita pasan, desde hace 28 años, todos los deportistas de alta competición, entre ellos los que participarán en los juegos de Brasil. Lleva siete ciclos olímpicos, desde Barcelona 92 hasta hoy.

-¿El deporte es bueno para la salud, o no tanto?

-El deporte siempre es bueno. Pero como todo en esta vida depende de la identidad. Si te sales de los límites para los que tu organismo está predispuesto, estás haciendo un ejercicio extenuante, muy por encima hasta el corazón más maravilloso y más sano puede estar en riesgo. Si exiges a ese árbol coronario un sobreesfuerzo para el que no está preparado, sin ninguna duda hay un riesgo.

-¿Cuáles son los riegos del deporte?

-Los hay de dos tipos. Hay deportes que llamamos de riesgo, por cómo lo haces o la exigencia que tienen. El que va a hacer descensos de cañones, parapente, ala delta, submarinismo a grandes profundidades, carreras cicloturistas superduras, que están muy de moda son deportes muy exigentes. Y luego están las condiciones de cada individuo. No es lo mismo ser una persona sana que tener una cardiopatía que cuando haces un esfuerzo intenso te pone en riesgo.

-Estamos conociendo muchos casos de muertes en carreras populares últimamente. ¿Qué está pasando?

- Diría que es normal. Ahora con los medios de comunicación se difunde la noticia en cuanto ocurre en cualquier lugar del mundo. Antes la gente se moría, se quedaba en el núcleo familiar y de los amigos y nadie se enteraba. Además el número de participantes en actividades deportivas se ha disparado de manera exponencial. Y se han puesto de moda esos deportes porque la gente cada vez se exige a sí mismo más. Antes era una maratón, ahora 42 kilómetros son poca cosa y hay que correr los cien kilómetros, pero no a nivel del mar, tines que hacerlo por los Alpes o el desierto de Sáhara. Es decir, te tienes que poner una dificultad más. Cuantos más picos subas, como las cabras, mejor.

-Y claro, el cuerpo tiene sus límites.

-Hay carreras que duran cinco días, los atletas están sin dormir. Eso a pocas luces que uno tenga estar cinco días sin dormir o lo haces tomando cafeína o excitantes para no dormirte o corres el riesgo de tener un accidente cardiovascular. Hay gente que cuando llega al límite no son capaces de parar. Más del 80% de los fallecidos en maratones han tenido síntomas, en los días previos e incluso en mismo de la carrera. La gente que sobrevive, a la que se puede hacer una historia clínica, presentaba síntomas. Yo estoy en el kilómetro 35, ¿cómo no voy a llegar a meta? Aunque le duela el pecho, aunque no puedan respirar, aunque tengan fatiga, siguen y siguen y llega un momento en que caen fulminados.

-Para hacer ese tipo de deporte, supongo, hay que estar entrenado.

-Si, primero hay que prepararse. Y una maratón no se entrena en un mes, como piensa mucha gente. Claro que la corres, pero de malas maneras. Y hay barbaridades: gente que va a empezar una maratón y está fumando o tomando cervezas. Eso es no tener sentido común. Todo esto lleva a que aparece un accidente de estos y se dice: el ejercicio es malo para la salud, porque mata a la gente. No. Mata más ser sedentario, fumar o tener el colesterol alto.

-¿Y los casos de deportistas profesionales, futbolistas, que caen fulminados?

-En el caso de deportistas jóvenes, menores de 35 años, entre un 74% y un 92%, la causa más frecuente son las miocardiopatías, enfermedades genéticas que en ocasiones se pueden detectar previamente. La segunda causa son anomalías congénitas de las arterias coronarias, es decir el paciente nace con esa malformación, la más frecuente. Y la tercera es la patología aórtica, que también es congénita. Una anomalía que para nada está reñida con el rendimiento.

-Es decir, que puedes tener estas anomalías y ser un deportista de élite.

-Incluso puedes ser un campeón olímpico. Ahora, si en un momento aparece una arritmia o una rotura de aorta eres un muerto. Ese es el problema, que tengas esa patología silente, que no da la cara y a lo mejor la primera manifestación puede ser una muerte súbita.Y una tercera parte de los que fallecen no se sabe la causa, son síndromes arritmogénicos, tienen una alteración del sistema eléctrico del corazón. Esto se puede detectar con varios electrocardiogramas.

-O sea que los reconocimientos médicos, que a veces consideramos rutinarios, son importantes.

-Son muy importantes, porque es la forma de hacer prevención de la muerte súbita. En los deportistas de más de 35 años lo más prevalente es la cardiopatía isquémica, por la placa de colesterol que se ha ido acumulando a lo largo de tu vida.

-Controla a los deportistas olímpicos y en algunos casos, como Gómez Noya, tuvo problemas.

-No puedo hablar del caso, pero sí, tuvo problemas cuando pasó por el Consejo, se le dio no apto para la competición y luego por diferentes condicionantes volvió a estar en la alta competición y todo el mundo conoce sus extraordinarios éxitos deportivos.

-¿Qué hacer en caso de parada cardiorespiratoria?

-Actuar de manera muy rápida. Primero hay que hacer las maniobras de recuperación cardiopulmonar, hasta que llegue el desfibrilador.