De madrugada y con ánimo de ocasionar múltiples destrozos. El resultado del asalto al colegio Juan XXIII la noche del lunes al martes fue el de varias puertas del centro destrozadas y un pequeño botín de 500 euros, según ha señalado el director del centro, Ángel Junquera, quien ha explicado que fue el grupo de monitores del programa Madrugadores los que se dieron cuenta de todo lo ocurrido.

Los ladrones entraron por la puerta de un patio que no tiene acceso a la calle y destrozaron su cerradura para acceder al interior del colegio. Allí, se dedicaron a destrozar varias puertas, reventando cerraduras, para buscar dinero. De hecho, los asaltantes se hicieron con una caja fuerte incrustada en la pared “pero donde no había dinero”, según ha asegurado el director.

Ahora el colegio tendrá que hacer frente a los numerosos gastos que han ocasionado estos destrozos. “Serán sobre todo trabajos de albañilería, carpintería y cerrajeros”, ha enumerado Junquera.