La mañana algo fresquita pero con la temperatura en ascenso, acorde al calendario, animó a algunos zamoranos a ver la procesión de la Virgen de la Salud, que recorrió el barrio de la Horta con poco seguimiento en partes del itinerario.

Muchos eran los devotos, sobre todo que ya peinaba canas, que junto con los músicos de Nacor Blanco y de Ciudad de Zamora esperaban en el exterior del templo románico la salida de la imagen, mientras que en el interior tenía lugar la celebración de la eucaristía.

Pasaban unos minutos del mediodía cuando los tambores de la agrupación Ciudad de Zamora comenzaron a tocar y las campanas del templo, a repicar. De manera inmediata los músicos de la antigua banda de la Cruz Roja emprendieron el paso con uno de sus integrantes vestido con traje de Primera Comunicación. A poca distancia la cruz guía, varios estandartes, los mayordomos, entre los que primaban las jóvenes, y los niños de Primera Comunión, ocho niñas y dos niños, con cestas con pétalos que lanzaron las traspasar el umbral la Virgen de la Salud y era portada a hombros por doce cargadores y escoltada por el párroco Marcelino de Dios.

La comitiva, que dirigió sus pasos por distintas calles hasta llegar a Puerta Nueva y regresar al templo de salida, la cerraba la presidenta de la cofradía acompañada de representantes municipales y de representantes de cofradías de Gloria y de hermandades radicadas en la parroquia de La Horta.

Con la procesión de la Virgen de la Salud concluyeron ayer los festejos de La Horta que desde el miércoles han conjugado diversión para los niños, deporte y música.