Zamora es una de las provincias de la Comunidad que se encuentran a la cabeza de la región en contaminación del agua potable por sustancias de origen geológico en las masas subterráneas, como arsénico, fluoruros, cloruros, sulfatos, sodio, hierro y manganeso, aunque el estado del agua del grifo, teniendo en cuenta todos los factores, no es de los peores e incluso es la que menos casos ha registrado de situaciones de riesgo para la salud humana. Es lo que dice el último informe sobre la calidad de las aguas de consumo humano publicado por la Junta de Castilla y León y correspondiente al pasado año, 2015. La presencia de este tipo de elementos en el agua es sólo uno de los factores que se analizan para comprobar la potabilidad del líquido que sale por los grifos de los hogares de la provincia que, en otros parámetros, no está tan mal como otras provincias.

Fue en 2009 cuando la Consejería de Sanidad estableció el Programa de Vigilancia Sanitaria del Agua de Consumo Humano, con el objetivo de evitar o reducir al máximo los posibles riesgos para la salud por contaminación del líquido elemento, informando a la población si es necesario.

A lo largo del año se hacen muchos análisis, 5.341 en Zamora, de varios tipos. Unos de los más frecuentes, 1.233 son los llamados análisis de control que miden sobre todo la cualidades organolépticas (características físicas de la materia según las pueden percibir los sentidos, como su sabor, textura, olor y color) y microbiológicas (eficacia del tratamiento de potabilización). También hubo 115 análisis completos. Muy habituales son también los análisis de control en grifo, 1.220 mientras los de vigilancia sanitaria de la Administración suman 1.397 y otros análisis parciales 1.448.

Toda esta actividad inspectora se resumió en 5.413 boletines analíticos a lo largo y ancho de la provincia que dieron como resultado que la mayor parte de las veces, en 4.508 ocasiones el agua resultó apta para el consumo humano y en aproximadamente un 10% de los casos, concretamente 467 el agua era potable pero no cumplía con algún parámetro. Se detectaron también 40 casos en los que el agua no era potable en incluso tres en que la salud de la población corría riesgo, por lo que las autoridades deben avisar a la población para que no consuma el agua del grifo. En este caso son León y Ávila las provincias donde se detectaron más casos de aguas con riesgo para la salud, mientras en Zamora fue la provincia donde menos de este último tipo de incidencias se dieron.

Uno de los subprogramas de vigilancia de las aguas consiste en el control de la cloración, tanto en el agua de abastecimiento de redes públicas o privadas que surtan a más de 50 personas, aunque tengan menos, industrias alimentarias u otro tipo de establecimientos. En total se llevaron a cabo en Zamora 1.375 mediciones del cloro y en 25 ocasiones se ordenaron clorimetrías de seguimiento porque se encontraron anomalías. La mayoría de las clorimetrías iniciales resultaron adecuadas (el 89,5%), obteniendo valores de cloro residual entre 0,2 y 1 miligramos por litro. El 7,5% de las clorimetrías iniciales fueron inadecuadas (por exceso o defecto de cloro) y en el 3,0% de las determinaciones no se detectó cloro en la clorimetría inicial. La provincia con las redes mejor desinfectadas fue Palencia y las que peor estaban fueron León y Avila. Zamora está con el 88.4% de la desinfección el regla, sólo ligeramente pro debajo del 89,5% de media regional.

En cuanto a presencia de contaminantes químicos de origen geológico, como el arsénico, fluoruros, hierro o manganeso, las provincias de Salamanca, Segovia y Zamora fue donde se ha realizado el mayor número de análisis en captaciones, sumando entre las tres más de la mitad del total realizadas en la Comunidad.

En total se realizaron 654 análisis en captaciones y 14 en la red de abastecimiento. Y el resultado es que En las redes muestreadas desde el año de comienzo del estudio, Salamanca es la provincia con mayor número de incumplimientos por calificación de agua no apta, con 16, seguida de Zamora, con diez y Ávila, Palencia y Segovia con nueve incumplimientos de este tipo.

El análisis de microcistinas, que aparecen por exceso de nutrientes en las captaciones de aguas superficiales, no se detectaron incumplimiento en Zamora, pero si hubo problemas con los tihalometanos, ya que de doce muestras, tres incumplieron. Este contaminante aparece en la captación de aguas superficiales que necesitan cloro para su potabilización.