El Consejo Consultivo de Castilla y León desestimó la responsabilidad de la Administración, en concreto la Consejería de Medio Ambiente, en los daños originados por la irrupción de animales salvajes en la calzada, que ocasionaron cuatro accidentes. No es culpa del Consultivo, órgano que, de hecho, ya desde hace tiempo ha hecho oír su voz con respecto a las consecuencias que las modificaciones legales, sobre todo de la Ley de Tráfico, iba a suponer para la derivación de la responsabilidad en este tipo de percances.

En uno de estos casos la conductora de un turismo colisionó contra un lobo en la A-6 y pedía 7.067 euros de indemnización, al considerar que la Junta tiene responsabilidad sobre el animal, ya que, aunque procedía de un coto, no es especie cinegética y por tanto Medio Ambiente tiene que responsabilizarse de su control. El Consultivo, en cambio, dice que el lobo sí es especie cinegética, pero no se estaba cazando en el coto y que en este caso aplicando la Ley de Tráfico es el conductor del turismo el que debe asumir los daños. Curiosamente dice que el control del lobo por parte de la Junta no es obligatorio.

En otro caso fue un jabalí el que salió a una conductora en la N-631, a la altura de Otero de Bodas, en la Reserva Regional de Caza de la Sierra de la Culebra. Reclamaba 12.886 euros por los daños. El dictamen fue desestimatorio, igual que la propuesta de la Consejería. El Consultivo constata que ese día no se estaba cazando y por tanto la presencia del jabalí en el calzada no fue consecuencia de una acción cinegética. Entiende asimismo que la Junta aplica un plan de gestión de la reserva correcto y no se aportan datos que indiquen una presencia continua del jabalí en el lugar en que se produjo el accidente, lo que sí habría obligado a vallar la zona o colocar algún tipo de dispositivo que dificultara la presencia de fauna.

Una tercera reclamación, también presentada por una conductora y su compañía de seguros reclamaba a la Consejería de Fomento y Medio Ambiente 12.336 euros por los daños sufridos tras colisionar con un ciervo en la N-631. En este caso la Administración, propietaria de los terrenos de un lado de la carretera, indica que la gestión de la Reserva de Caza es correcta, que el vallado de la carretera es contraproducente y que dos días antes del accidente sí hubo una cacería controlada. El otro lado de la carretera es un coto que está asimismo bien gestionado. El Consultivo entiende que la Consejería de Medio Ambiente ha actuado "con diligencia" y por tanto, en aplicación de la Ley de Tráfico, no le corresponde asumir responsabilidad en los daños de este accidente.

Y un último caso corresponde a la irrupción de un ciervo en la carretera ZA-P-2639 (Villardeciervos), por la que los perjudicados reclamaban once mil euros. El Consultivo entiende que la mera presencia de un animal salvaje en una carretera no implica sin más una incorrecta gestión de un coto o una Reserva de Caza. Como en los casos anteriores el dictamen fue desestimatorio y la Consejería no tendrá que pagar.